miércoles, 25 de agosto de 2021

Louredo al principio del Ensenada

En cuatro sencillas entregas, publiqué las primeras páginas del Catastro de Ensenada sobre san Juan de Louredo, Cortegada. Todo muy de andar por casa: tomando la digitalización en línea del portal PARES, el doctor en Historia, don Rodrigo Pousa, fue dictándome lo que leía, mientras que yo puse por escrito un texto similar al del documento. Digo similar, porque no es una transcripción, sino una traducción a castellano, de modo que cualquiera pueda leerlo con fluidez. Es una aportación divulgativa, pendiente de un repaso, y que abriría la puerta a una futura transcripción, que bien podría ir acompañada de algunas explicaciones sobre términos que un profano no comprende. 

Cada una de las cuatro publicaciones fue introducida por diferentes textos que explican qué es el Catastro de Ensenada, su contenido e importancia. Ahora, recupero solo el texto sobre Louredo que, bien que mal, viene a decir...


En el lugar y coto de Loredo, feligresía de san Benito de la Arnoya, jurisdicción de Milmanda, a veinte días del mes de noviembre de mil setecientos cincuenta y dos, ante el señor don Gregorio Rodríguez Carpintero, subdelegado de la única real contribución, nombrado por la real junta, bajo las órdenes del señor don Francisco Javier García Serón, del consejo de su majestad, ministro privativo para el establecimiento de la referida única contribución en la que su merced se halla entendiendo como tal subdelegado en este referido lugar de Loredo para evacuar las respuestas del interrogatorio impreso de la letra A sobre las preguntas generales que comprehende en la operación conducente a este dicho lugar y su término. 

Habiendo precedido recado cortesano a don Juan Ramírez Alastri abad y cura propio de la feligresía de san Benito de la Arnoya de la que es el pre citado lugar y coto de Loredo, comparecieron don Lorenzo Suárez, teniente corregidor y justicia ordinaria en dicha jurisdicción de Milmanda, Juan Antonio Rebollo, escribano de número y ayuntamiento de ella, don Pedro Vergara, vecino de la feligresía de Pontedeva, don Antonio Rodríguez, de la de san Pedro de Poulo, que son de esta dicha jurisdicción de Milmanda, y don Pedro Espada, vecino del lugar de Almariz que es de la jurisdicción de Paizás y encomuiña. Peritos nombrados por su merced Bartolomé Álvarez, Francisco González y Manuel Martínez. Peritos nombrados por dicha justicia. Unos y otros de buena fama y opinión, conocimiento y práctica de las personas, casas, tierras, número de ganados, calidades, cabidas, frutos, cultura, artes, oficios, comercios, industrias y demás utilidades. Dando principio a dichas declaraciones y bajo el juramento que tienen hecho de decir verdad de lo que supieren y fuere preguntado, según alcanzaren su saber y entender en el que se ratificaron de que yo, el presente escribano doy fe. Y siendo preguntados al tenor de dicho interrogatorio que va por cabeza al cual y su contenido depusieron lo siguiente. 

A la primera pregunta de dicho interrogatorio dijeron que este lugar se llama Louredo, feligresía de san Benito de la Arnoya, jurisdicción de la villa de Milmanda, muy antiguo y como tal conocido en el reino, y en especial en la provincia de Orense. 

 

Y responden a la segunda pregunta de dicho interrogatorio dijeron que este referido lugar y su término es de señorío y, como tal, pertenece al marqués de Malpica y Povar, conde de Gondomar, quien pone Corregidor y justicia ordinaria en dicho lugar y más de dicha jurisdicción de Milmanda, como también teniente corregidor. Y les despacha sus títulos y lo mismo hace con las dos escribanías de número, sin que por ello tengan entendido perciba derechos algunos, ni ellos se los paguen. Solo sí percibe dicho marqués el derecho de luctuosa, que se entiende la mejor alhaja de la cabeza de casa que fallece y de él queda a su muerte. Y por ella la en que se ajusta en el factor del mayordomo, que actualmente lo es Francisco Pérez, vecino de la feligresía de santa Eufemia, de esta jurisdicción. Por lo que no pueden regular a punto fijo lo que importará cada año la luctuosa en este dicho lugar. Remítense a la relación que por dicho factor se diese. Saben por de cierto que dicho marqués percibe por derecho vasallaje en este lugar treinta reales de vellón cada un año por el pedido que llaman de san Juan. Seis reales vellón cada un año. 

Y responden a la tercera pregunta de dicho interrogatorio, dijeron que el término que ocupa este dicho lugar y coto es tres partes de él es tierra fragosa y quebrada y la cuarta parte restante que en el sitio que ocupa dicho lugar con algún pedazo de término a su alrededor llano. Y tendrá de diámetro un cuarto de legua, que se andará en el discurso de media hora y su circunferencia en tres ocupa de levante por línea recta en su diámetro medio cuarto de legua de norte a sur un cuarto de legua y su redondez tendrá una legua que por las entradas quebradas, altos y bajos del terreno se andará en las referidas tres horas. Y los linderos y confrontaciones de su giro a levante es la feligresía de san Verísimo de Refojos. Lo siguiendo así al norte el río llamado Arnoya, que pasa al Miño (...)

Los textos pertenecen a la versión digitalizada del Catastro, consultable en PARES.

 

lunes, 2 de agosto de 2021

'Apuntes históricos de Cortegada de Baños', de Jesús de Juana López y Julio Prada Rodríguez

'Apuntes históricos de Cortegada de Baños', de Jesús de Juana López y Julio Prada Rodríguez, creo que es el primer intento de una historia del pueblo de Cortegada, sede municipal del ayuntamiento homónimo y referencia para muchos de los que nacimos en la contorna. Su extensión se antoja breve, quizás por las ganas de saber más y por el deseo de que otra obra se atreva ya no con uno de nuestros pueblos, sino con el propio ayuntamiento. De todas, el título ya lo avisa: son notas, apuntes de diferentes épocas, a tenor de diferentes publicaciones, pues el trabajo que se observa es de despacho y documentación. La bibliografía ocupa dos páginas, aunque en las notas a pie hallará el lector variadas referencias, tanto impresas como virtuales.

El libro se abre con una preciosa ilustración del balneario de Cortegada, cuya fotografía vemos como portada. Se trata de una construcción de 1937 y su historia, tanto del edificio como de la zona, sus habitantes, los diferentes balnearios y quienes los atendieron ocupa buena parte de la obra. Lástima que no haya mucho de lo que tirar a la hora de hablar de la prehistoria de Cortegada, quedando reducida a unas líneas donde se enumeran y sitúan dos petroglifos, ni de la época romana que poca más atención merece, con dos aras como referencia y la sospecha de una vía secundaria por la zona. Mucho más les ocupa la etimología de Cortegada, cuyo origen sitúan en el latín cortex, árboles con corteza, así que sería lugar con abundancia de árboles con corteza, con corcho. Ya en la página 85 descubriremos que esto se traduce en el gentilicio culto coricatenses y el vulgar cortegaos.

Cortegada en la época medieval ya ocupará 5 páginas y solo la barca de la zona les llevará 7. Las referencias de la época son los señores feudales y los monasterios, amén de las pugnas de unos y otros por controlar más territorio. Como es algo que ya he mencionado en mi blog, recogo el dato de algunas divisiones, como la denominada Vestiaría, coto formado por O Rabiño, Refoxos (cuyo priorato vio el levantamiento de la plebe contra los cobros religiosos), Cortegada y parte de Valongo. También mentan el coto redondo, cuyas poblaciones serían Meréns, Louredo y Poulo, señorío de los Puga, con pazo en Louredo, por ejemplo. Estas y otras referencias se ocupan del territorio, mas queda más que decir repecto de un móvil muy sustancioso: la barca de Filgueira. En una zona con paso de personas, ganados y frutos, la barca era fuente de riqueza, ya que se cobraba por atravesar el río Miño. Posteriormente, se construyó un puente, en época moderna, y, actualmente, un segundo, quedando el viejo apenas con uso, aunque muchos lo hemos pasado varias veces, tanto hace años como en tiempos recientes (incluso se grabó en la zona una escena de una película, cuyo título no recuerdo). No era la única barca de la zona, pero quizás sí la que más documentación generó, al estar en continuos pleitos por causa de dueños y aforos.

 

La edad moderna ocupa una página y tiene el Catastro de Ensenada como referencia principal. De la página 31 a 45 se desgranan hechos de la historia moderna, que se queda a las puertas de la II República (tratada desde la página 47 a 51) y la Guerra Civil ( de la 53  a la 56), donde vemos pasar diferentes personalidades y asistimos a una nueva configuración del territorio a nivel administrativo y religioso. Por ejemplo, en 1853 se produce una reforma del mapa diocesano, donde se crean nuevas parroquias, como son san Juan de Louredo, santa María de Cortegada (ambas incluidas en san Benito do Rabiño) y san Martín de Zaparín, desgajada de san Breixo de Refoxos. 

De aquí al final, el tema del balneario de Cortegada será un núcleo importante de información, seguido de distintas personalidades de la zona y un epílogo con recuerdos de un cortegao, lo que da un entrañable final al libro. 

Un trabajo de síntesis documental, junto con breves aportes personales y bonitos recuerdos al inicio y fin del libro que muestran un posible camino a seguir para otras obras. También deja entrever posibilidades de cara a nuevas ediciones, como la introducción de fotografías antiguas, la inclusión de datos (y fotos) de más pueblos del ayuntamiento y un acercamiento al terreno y sus gentes, de modo que el contenido se enriquezca con las historias de los mayores y nuevos descubrimientos de los jóvenes.