martes, 12 de marzo de 2019

Al otro lado del espejo, dirigida por Jesús Franco, 1973

Película de Jesús Franco, 1973, con exteriores de Lisboa y Madeira. A esta isla mucho se la cita: como lugar de vida, como objeto de estudio, como sentimiento hecho canción, como lugar al que regresar después de haberla abandonado.

Estamos ante un drama con toques sobrenaturales. Ana vive con su padre, y parece ser huérfana desde temprana edad. Este la quiere a su lado, en su casa, por eso se opone a sus relaciones con chicos, que la llevarían al altar y a la despedida. Un día, sí accede a la proposición de matrimonio de un joven investigador arqueólogo. Pero, antes de la boda, se ahorca. Su hija lo ve en un espejo antes de enfrentarse a la imagen de su padre colgado.

Ana rompe la relación y se va, iniciando una vida bohemia volcada en conocer personas distintas y vivir intensamente su pasión musical. También hará sus pinitos sobre las tablas de un teatro, interpretando Medea.

Pero no tendrá amantes. Cualquier hombre que desea intimar con ella acaba muerto por su mano. En un estado de trance, ella recibe una daga antigua y los mata.

La tensión crece hasta que oye la voz de su padre que la llama. El espejo donde se reflejó su suicidio se convierte en una especie de televisión donde descubrimos los deseos incestuosos del muerto (toda la película solo nos muestra el lado tierno del padre, relacionado con la infancia, además del posesivo, pero sin libido de por medio). Ana regresa a su casa, pero una tía suya rompre el espejo...

lunes, 11 de marzo de 2019

La orgía de los muertos, dirigida por José Luis Merino, 1973

La orgía de los muertos, dirigida por José Luis Merino, de 1973, con un papel secundario de Paul Naschy.


A la muerte de un noble, en un alejado pueblo, llega un sobrino que ha sido avisado del luctuoso evento. Es llegar él y encontrarse a la hija del conde muerta. Y así, varias personas más. Como le dice el inspector que investiga los asesinatos (por estrangulamiento), parece que la casualidad de cada nueva muerte es un dedo acusador cara él. Y es que hay una herencia en juego y, con varias muertes, él queda como heredero universal. Sin embargo, él ha llegado allí porque le llamaron y sus intenciones parecen ser las de vender y volver a su casa. 

Un padre y una hija sí tienen interés en que todo siga igual, ya que allí tienen su hogar y laboratorio. La esposa del fallecido tiene sus ideas de grandeza y joyas, queriendo irse de tan gris población, tan alejada de la sociedad.

Por medio, las leyendas de muertos que se levantan y el cementerio que les acoge.

La atmósfera está muy conseguida, con esos cielos grises, alguna tormenta y la sensación de soledad que transmiten los personajes del lugar. La superstición y la ciencia se darán la mano en alguna ocasión, cuando veamos que una tiene su base en otra, respecto de los redivivos. Habrá tiempo para una sesión espírita y algunos toques de magia negra, con la que una mujer convive alegremente.


Paul Naschy aparece como el sepulturero necrófilo, Igor, que cuida de un pequeño harén de difuntas, aunque alguna vez sienta tentación de lujuria con alguna viva... que se caracteriza como muerta, envuelta en un sudario. Su papel es secundario pero la actuación es creíble y sentida.

sábado, 9 de marzo de 2019

The terror, Roger Corman, 1963.

El terror, dirigida por Roger Corman, de 1963. Una película donde el suspense va dando lugar al temor, donde personajes solitarios van descubriendo los hilos que los unen, donde los ambiente cambian, según estemos más o menos cerca de cierto castillo. 

Dicen de esta película, porque no he tenido tiempo de contrastarlo, que está hecha de retales: guion sobre la marcha, escenarios e interiores de otras películas, ayudas en la dirección de escenas por parte de varios conocidos cinematográficos, poco tiempo de rodaje. Para mí, ha quedado una obrita más que digna y todos esos datos que hablan de limitaciones no han sido capaces de ensombrecerla.

Los exteriores se mueven entre la playa, con el ensornecedor estruendo de las olas, el bosque y los alrededores del castillo, con su microclima de corte romántico, con niebla, cementerio y tormenta. Los interiores hablan de decadencia: la casucha de la anciana del bosque, el castillo que es más recuerdo que realidad gloriosa, la cripta polvorienta.


En cuanto a nombres, el director es ampliamente conocido en el mundo del terror, un auténtico artesano, capaz de sacar adelante productos de bajo presupuesto con aires de película de culto. Los protagonistas son un decrépito, aunque digno, Boris Karloff y un joven y prometedor Jack Nicholson. A su lado, fantasmal aunque nada etérea, mutando entre la apariencia de una bella joven y un ave rapaz, su esposa (hasta 1968) Sandra Knight.


La historia comienza con un teniente francés del Quinto de Cazadores que se ha perdido, alejándose de su regimiento y quedando varado en una playa, al borde de la deshidratación. Una joven le salva la vida al señalarle un arroyo límpido. Aquí comienza la búsqueda de la misma y las peripecias que le llevan a lanzarse a un mar violento, a recorrer el bosque y la playa, a reposar en una casucha de una anciana y el castillo de un conde. Ambos son ancianos y solitarios, pero ambos tienen trato con la joven, aunque lo niegan a la primera de cambio.
Los husmeos y pesquisas del teniente nos desvelan la historia de un matrimonio y una infidelidad, con la consiguiente muerte de los amantes. Desde hace dos años, la muerta regresa para atraer a quien fue su marido terrenal, llamándolo al suicidio. Veremos que ella es la marioneta de la vieja del bosque, en busca de venganza sobre el conde. Pero quedan secretos por desvelar, sabidos poco antes del fatal final que deja, como al inicio, al teniente solo.

Un clásico con más suspense que terror.

Me encanta el color, la distinción entre el ambiente gótico del castillo y el vivaz de la playa y el bosque.

¡Qué horrenda manipulación de una joven, en orden a la venganza de una anciana madre!

lunes, 4 de marzo de 2019

Louredo dende o Coto da Forca

Vamos subir ó alto do coto da Forca para ver Louredo. Disfrutaremos dunha vista como a da foto, sacada hai pouco tempo. Vese perfectamente o pobo e os arredores. Aquí sinalo algúns puntos de interese.


Os extremos son nomes que designan realidades cercanas: a Granxa, mellor dito, a viña da Granxa, no camiño de Soutelo a san Benito, da familia da "bruxa-virxe" Conchita. E o coto Novelle, onde se atopa a capela de san Miguel. A esta festa van moitos veciños de Arnoia e arredores. Se podo ir nestes días dar unha volta polo seu alto farei fotos para todos..

Do resto, comezando pola esquerda, temos o barrio do Pazo. Efectivamente, había un pazo, do que hoxe quedan restos, asumido por vivendas en uso. Pero inda se ven, desgastados polo tempo, os escudos e unha vela portada de entrada a un patio amplio. A fonte do Pazo, na estrada, ten boa sona, chegando a dicir algunha veciña que é a mellor auga de manantial de Louredo.

O Campo é un barrio case deshabitado, cercano a moitas leiras. Moitas vanse enchendo de silvas, as súas pozas quedando atuadas e os pozos ocultos entre a herba. Menos mal que algún que outro traballador inda confía na terriña e limpa e sementa.

Por riba do Campo está o barrio dos Veciños. Foi chamado polo "señor Juan", O Vaticano. A cousa é que moi preto chegaron a vivir o señor cura (don Esteban), o alcalde (don Pepe) e un par de militares (o Comandante). Quédame a pregunta de se tamén don Paco, o perito agrícola.

O Tabolado ten algunha vivenda, pero é máis ben zona de terras e da antiga escola, hoxe centro social. Queda entre Os Veciños e as viñas do Pireiro.

A igrexa parroquial está dedicada a san Xoán bautista. Alí celébrase a súa novena e Misa solemne. Tamén se soe celebrar a Misa do martirio. Algún ano celebrouse novena nas dúas ocasións, pero o normal é que a novena, e a festa se se fai, sexa para a natividade do santo Precursor. Os seus altares son obra dun artista local de Remuíño, don José Benito, o Choio, que traballaba nun remanso do río Arnoia, na zona do Inquiau.

E, finalmente, Louredo barrio, onde se atopa unha capela da que moitos xa nin recordan o patrono. Algúns veciños falan de enterramentos nela. Ata din que dous veciños da Raíña (pobo hoxe deshabitado, preto de Piñón e Zaparín) agardan alí a resurrección. Hoxe está abandonada. Funcionou como palleiro dun particular, despois da súa venta a mediados do século XX. Nalgunha ocasión houbo intentos de recuperala, pero foron infructuosos. Como detalle, dicir que algunhas pedras do seu inexistente, hoxe, campanario están detrás da mesma, entre herbas. Neste barrio tamén poden atoparse os restos da Escola Pía (hoxe xa no monte) e un peto de ánimas que ben precisaba uns coidados mínimos e a rehabilitación duns pináculos desaparecidos.