jueves, 31 de diciembre de 2020

As suertes de aninovo en Louredo

Moito cambiaron as cousas e non todas as persoas que por entón estaban viven hoxe. Mais queda un recordo de unha tal como a de hoxe, o dunha tradición que tiñamos no Outeiro, non sei se no resto do pobo, que era a de botar "as suertes" do ano que comezaba. Penso que se realizaba pouco antes da medianoite.

A familia xuntábase e alguén collía folla e bolígrafo para escribir os nomes de varios santos e santas. O mesmo número de escritos, o dobre dos presentes, alomentos. Facíanse dous montonciños e animábase a que os noviños colleran un papeliño de cada montón. Ou que cadaquén se achegase e collese dous papeliños: un co nome dun santo e outro co dunha santa. Eran "as suertes" que che tocaban para o ano entrante. Tamén se podía escoller para os que estaban lonxe, de modo que se lles gardaran e daban en mellor ocasión.

Os nomes escollíanse entre todos e non faltaban os das parroquias máis cercanas: san Xoán bautista, san Benito abade, san Antonio de Padua...

A idea era que escollías ó azar santo e santa, indo contigo os seus nomes durante todo o ano, repetíndose tal concurso familiar para a seguinte noitevella.

lunes, 19 de octubre de 2020

Releyendo 'O Nada no Caos Infinito' de Xerión (NM 66)

Ah, por fin una tarde de lluvia y viento, aunque con temperatura cálida, teniendo en cuenta la época del año. Un rato de calmo confinamiento pandémico me ha llevado a retomar la lectura del negro libro de negros títulos de Xerión, con las letras y poemas de los dos últimos trabajos de la banda. Un precioso y limitado material que lleva el número de catálogo NM 66. Pocas páginas que encierran un precioso compendio de lo que ya conocíamos, junto a novedades que nos sorprenden. ¡Una vez más lo ha vuelto a hacer! Nocturno, compositor y vocalista, recoge, condensa y ofrece lo esperado: oscura catarsis, un negro horizonte de sucesos caóticos, un muro impenetrable de nada abismal, una sospecha de que el camino está trazado, aunque la lucha no debe obviarse... mas también observamos novedades sorpresivas, como los estilos musicales, las diferencias entre temas, un aviso de que la obra podría no corresponderse con lo que el oyente se espera... Xerión en estado puro.

Ya expresé parte de mi sentir en un par de ocasiones anteriores, como motivo de las lecturas "de corrido" a esta obrita, breve en extensión, profunda en contenido. Pero retomo la primera parte con una nueva perspectiva, que es la de leer las letras de las canciones en orden inverso, tal como hice con 'Danças de agonia e peste'. El desarrollo sigue resultando oscuro y no veo que pierda intensidad o se trastoque en demasía la expresión catártica. De hecho, el orden de las canciones lo decidió Nocturno una vez compuestas todas y lo hizo sintonizando con su estilo musical, no con el contenido expresado.

 

Este es un detalle bien interesante, pues le ha quedado un texto conjuntado que relata un viaje estremecedor, no sabemos si a la locura o la muerte. Un texto que, si lo leemos en el orden inverso, no acaba precisamente mejor, sino que hasta resulta un tanto más tétrico y definitivo. Queda para otro instante el escuchar el disco al revés, quiero decir, invirtiendo el orden de los temas... Si quieres escuchar Xerión al revés ponte su 'Profecía segunda' del 'Pálida morte, negra sombra', de 2009, si no recuerdo mal (por cierto, Juan, ¿qué dices ahí?)

Ah, no olvides que esta parte enlaza con la de las 'Danças' y que, juntas, ofrecen un maravilloso paisaje decrépito y candidato a un alto nivel de "kippelización". Y, también, que el disco alterna temas cantados con otros instrumentales, de modo que solo comentaré mi experiencia ante los textos y las ilustraciones que los acompañan (se han recortado del trabajo original del bello diseño del libreto de la cinta, realizado por Brais Remeseiro Portela).


Acompañados por cuatro encapuchados (recuerdan a monjes y a los templarios ciegos de Ossorio), los versos de 'perdido no abafante silêncio da angústia' sintonizan con los de 'na infame terra dos miseráveis' en esa clave de ensimismamiento, de mirada al infinito (creo que no exageramos si, incluso, lo llego a escribir en mayúscula), aunque las actitudes cambian, ya que en este vemos al cantor atareado en la escritura esotérica de un legado, mientras que en aquel le vemos impedido y extasiado en inmóvil contemplación. Varias expresiones concuerdan, ya sea en el título como en las estrofas.

Tiramos cara atrás y ya tenemos a nuestro protagonista en posesión de mente y cuerpo, llegando a razonar y reconocer el paisaje lo suficiente como para moverse y preparar una poción. Lo veo herido, pero dispuesto a la supervivencia, confeccionando un ungüento curativo, a pesar de detectar el olor a incienso que delata la cercanía de la Santa Compaña. Confieso que en una lectura anterior esta presencia me hablaba de la muerte del superviviente, pero recuerdo que algunas historias declaran la imposibilidad de que la Compaña te alcance si realizas la señal de la cruz, o trazas un círculo en el suelo y te encoges dentro de él. Lo básico es no mirar, aunque la procesión esté cerca o te pasen por encima, haciendo que cruja tu esqueleto. Ah, ni se te ocurra espiar por el cerrojo de la puerta (bueno, con las actuales eso ya no puede pasar). La estrofa final de 'do insondável e abismal empíreo' me suena ahora más esperanzada: la mano herida puede ser curada, el veneno que circula por las arterias y venas fluye ya al suelo, mientras el causante de la intoxicación surge y sube cara el cielo, una negra serpiente de humo oscuro, señalando donde la destrucción sigue patente.

A pesar de estar lejos, el superviviente, hombre versado en las plantas y sus propiedades, amén de antiguos conocimientos, siente cómo la entropía desatada le cerca. Y no solo a él, sino a su querido mundo vegetal. Todo está unido, nada huye de la destrucción. Qué cruda y tétrica es la negra ilustración que acompaña 'o ar nos tempos da destruçom'. Yo veo una madre con su famélica criatura, madre que intenta ocultar su horror, pero no puede, ni siquiera apretando un ramillete vegetal y su vestidura contra la boca. 

¿Habrá caminado cara la columna de negro humo? ¿Habrá visto como el propio bosque comienza a resentirse? Ya ni lejos, ni entre la naturaleza, está seguro. Solo, derrotado, viendo cómo a su alrededor medra el entrópico proceso de degradación, ya no puede sino viajar a sus recuerdos, brindar por los antepasados, mitificados, de dulce memoria. Ya no hay esperanza, ni siquiera tras haber sobrevivido y viajado a través de la desolación. Ambigüa expresión: mergulho a esperança num fundo Abismo. ¿Quiere protegerla, como último cartucho de humanidad o prefiere abandonarla a su suerte, allá donde nadie, ni él, pueda hallarla? ¡Oh, aún nos quedan dos composiciones antes de poder descansar la lectura!

Pero, ¿cómo es posible escuchar gritos? ¿Ha perdido el rumbo y se acerca a la ciudad mentada en 'Danças' y en el 'Filhos da Ira' de VRK? ¿Los mutantes, o algunos supervivientes enloquecidos, se mueven fuera de su territorio? El título no nos da muchas esperanzas: 'condenaçom'. Sin esperanza, surge sediento el odio, seguido del vacío silencioso, dejando al cantor exhausto. Si ya no tienes nada que hacer, ni nadie a quien enfrentarte, si ves cómo a tu alrededor todo muere inexorablemente...

'na infame terra dos miseráveis' se está volviendo una letra que me encanta y me atrae, una y otra vez, con poderosa capacidad de espiral absorción. Calma, soledad, vacío, visiones en contemplaciones que se sumergen en la lumbre o la Luna. El superviviente conoce su fin y no permite que la circunstancia le pueda: aunque su mundo afectivo se deshaga con la misma premura que el mundo alrededor, deja constancia de su saber. ¡Qué más dá que nadie le entienda! Su mensaje es para quien tenga un saber selecto, perdido para el común de los mortales hace tiempo. Me retrotrae a la parábola cristiana de Lázaro, cuando un difunto condenado pide a Abraham que envíe a un pobre a avisar a sus familiares. El patriarca le dice que no, que ya tienen las Escrituras para salvarse. También me habla del mundo actual: tenemos miles de advertencias, de soluciones, pero seguimos derivando cara la destrucción. 

¡Qué bonita ilustración! Una figura meditabunda  ante una gran ventana, con llamas de fuego del otro lado. ¿Hay un libro cerrado a sus pies? Una imagen que contrasta con esta noche, ya, de viento y agua. Sintoniza con el texto chamas do frio lume, como si este habitara fuera y no, como debe ser, dentro de casa. No semeja un fuego destructivo, sino las llamas de una lumbre casera. Qué pena de supervivencia: ni siquiera tu "lar" te calienta, pues tu interior lame ya la temperatura de la sepultura...

sábado, 17 de octubre de 2020

Lendo as danças de Xerión (NM 66)

O libriño de Xerión cas letras das súas entregas de pandemia 2020 é unha xoia a descubrir, tanto se che gusta a súa música como se non, pois teñen un precioso sentir literario e biográfico. Sempre tendo en conta que Xerión é unha senda catártica de Nocturno, xeralmente de funestos sentires, inda que soportan cargas de esperanza e luz. Fíltrase a carraxe, o noxo, a vontade de supervivencia, de enfrontamento, así como a espera calma do fin inevitable, o encaramento cun futuro aberto á trascendencia vestida de nada infinita, a busca ou a custodia de saberes vellos, mais velados... E sempre nos quedará a sospeita de que hai moito máis: o por que de catro estrofas por canción, ou nove temas por disco, o significado de ilustracións como as da cinta 'O Nada no Caos Infinito'... Ás veces hai cambios perceptibles, que son as marcas nas que o común non se cumple, como a composición a unha sola estrofa en 'o ar dos tempos da destruçom'. 

Vexo eses detalles como futuras cuestións a Nocturno, escusas de conversas onde se vai filtrando con maior xenerosidade o seu mundo interior e inquedanzas. O mesmo penso das súas referencias astronómicas: será o ceo do que gozou nalgún paseo polo monte? Terá un significado universal ou simbólico que quere remarcar?

Neste libriño exclusivo atopas, na primeira parte, o recoñecible estilo compositivo de Nocturno para Xerión e un novo modo, na segunda, que ven de épocas pretéricas que coñecemos durante os estudios do colexio ou instituto. Lonxe quedan, mais quizás algo se removerá no voso maxín cando leades pausadamente os poemas das 'Danças de agonia e peste'. Divos algo verbas como refrán, leixaprén, cantiga de amigo...? Ata vivimos aquel 1998, co Día das Letras Galegas dedicado a tres trobadores, os trobadores da ría de Vigo, entre os que estaba Martin Codax. Este autor é recordado e homenaxeado por Nocturno nos poemas de 'Danças'. Unha actualización que recolle parte do esquema compositivo das súas cantigas de amigo e verte nel a distopía dun mundo medio morto pola radiación. Unha desfeita que pode descubrirse no mundo actual en forma de pandemia e límites sociais. Un mundo radiante de átomos letais que xa descubrimos con VRK, banda na que Nocturno tamén anda, cando sacaron aquel 'Filhos da Ira'.

 

Unhas cantigas de amigo revisadas e que non son descoñecidas para o noso compositor, xa que as abordou co trío Ars Anterga (algunha cantiga, se non lembro mal, tivo dúas versións, en dous traballos distintos). Cantigas e trío que levaron adiante un disco moi curioso e especial, que puiden recuperar da miña pequena discoteca de Ourense, intitulado 'Meu Amigo', de 2014. Merece un comentario con calma, mais quedaivos co precioso dato de que participaron grupos e músicos de Ourense para darlle ás sete cantigas de amigo, de Martin Codax, unha nova vida. Traballando ó par, Ars Anterga ofrecía a versión máis respectuosa ca musicalización medieval, namentres que as bandas modernizaban as cantigas, conforme ó senso da letra e a instrumentación actual.

Nocturno vai un paso máis alá, collendo o esquema compositivo e vertendo nel imaxes catastróficas, propias dos escenarios radiados e seres mutantes dalgúns relatos de Philip K. Dick ou de desertos ermos como os de 'Mad Max' e 'Fallout'. A destrución campa plena de poder, arrastrándose máis e máis lonxe, vertendo morte onde as ruínas inda dan acubillo a un supervivinte, aliándose ca loucura e a soedade. Onte lemos as memorias dese supervivinte, collendo o libriño negro dende o inicio, mais hoxe propóñoche iniciar a senda dende a sétima dança e rematar ca primeira composición, 'na infame terra dos miseráveis'. Supón un precioso exercicio de perspectivas e, curiosamente, mantén un sentido tan escuro e desgarrador como a lectura primeira. De feito, comezar lendo composicións medidas, recoñecibles, contidas, e pasar a outras con máis liberdade expresiva e maior carga de imaxes e sentimentos lévanos a unha tensión crecente e afondamento na loucura exterior e interior.

Comezamos un camiño de lectura, invertindo a orde, con tres poemas que revelan diferencias entre o coñecemento científico-técnico e outro dunha orde arcana e reservada a poucos. Non é que se aposte por un hermetismo que supón unha difícil busca contra os coñecementos científicos, xa que o compositor sabe ben de ciencias, mais si que supón unha chamada de atención ben interesante ver como este monólogo comeza enfrentándose á gran capacidade de destrución de elementos formados desde a tecnociencia. Por un momento, podiamos pensar nos científicos do Proxecto Manhattan e as reacións negativas dalgúns cando a bomba mostrou todo o seu poder destrutivo. Non hai unha crítica a ningunha rama de ciencia, senón a un uso perverso dela. Sen referencias transcendentes é un instrumento poderoso que non fará máis que o que mande seu dono.

Mais pronto pasamos a descubrir que hai outros saberes, de esforzado aceso. As imaxes que me veñen ó maxín sintonizan cunha abadía, un claustro, unha igrexa de coidada arquitectura simbólica. Imaxino un monxe bibliotecario que marchou lonxe e reuníu nun lugar especial os restos da cultura. Non escondeu o saber para volverse poderoso, senón como prevención contra os poderosos que puideran afectar ó que el rescatou. Xa non estamos fronte a datos e máquinas, senón a experiencia e sabedoría que tocan e transforman ó que entra en contacto con elas. Coma os vellos misterios, precisas percorrer un camiño, ser iniciado e esforzarte, pois coñecerás o profundo do teu ser e as consecuencias dos teus actos.

Collo os dous versos iniciais dos dous primeiros párrafos da dança V, sabendo que son composicións paralelas, e deixo que as imaxes me guíen: delo resulta que os camiños retortos impúlsanme a camiñar, namentres me levan cara dentro, descubrindo unha interioridade de luces e tebras; pero a esotérica cruzaria chámame á quietude, á contemplación. Marcha e contemplación son dous movementos espirais que se unifican na sentida peregrinación. Nada sabemos se o supervivinte chegou a probar dos vellos saberes, mais si que continúa andando, que sobrepasou o deserto e chegou á cidade, ámbito arrasado no que todo é decadencia e agonía. Alí, o peçonhento cálice (dança IV) é o sabor de moda. Un pensa nas referencias bíblicas do cáliz, ou copa, do furor de Deus, citado no Salmo 75, 8, en Is 51,17 ou Xer 25, 15. Desfeita sen fin nin esperanza de reconstrución. O camiño debe continuar.

O mundo rural e a natureza teñen unha cara semellante, mais inda conservan unha beleza que non se ve fóra delas. Son as danças II e I, con esas visións das casas destruídas e a morte preto, pero tamén a chegada dunha certa calma ó supervivinte, a resignación ante todo o perdido, a contemplación dun mundo inda vivo xunto ca certeza do fin persoal. Sensación inquedante, sen dúbida, con resonancias a esa paz que algúns dixeron sentir antes de morrer. Aquí a vida natural segue, o ciclo de morte e nacemento non parece alterado pola radiación. Un bo lugar para repousar, un bo sitio para entregarse á Nada.

Continuará?

jueves, 15 de octubre de 2020

Leyendo a Xerión (NM 66)

NM66, quédate con ese código: NM66; porque es el número de un catálogo muy especial y poco conocido, aunque sus artículos hayan viajado ya por medio mundo y quienes lo soportan recorrieron miles de kilómetros para defender sonoramente parte de su contenido.
 
El caso es que constituye una rareza maravillosa, ya que lo normal es encontrarse música. En diferentes formatos, con libretos de dispar factura, pero siempre con un mimo por estos géneros subterráneos y de minorías. Además de música, en una edición limitada, NM66 trae consigo un libro de negra portada, con azabaches negras que se distinguen de su fondo brillantemente, con los poemas de Nocturno. El título es doble, como doble es la entrega musical: ‘O Nada no Caos Infinito’ y ‘Danças de agonía e peste’. Dos catarsis musicales con características propias que han surgido de entre los limos purulentos de estos meses de pandemia. Dos sorpresas que se entienden siempre que se vea Xerión como una banda que expresa el negro sentir de Nocturno, más que, únicamente, como un grupo de Metal extremo. Para quienes le seguimos desde hace tiempo no es algo fuera de lugar, aunque el compositor nos lo advierta varias veces (trabalho que cecais nom seja o que a persoa ouvinte agarde del), sino que supone una nueva muestra de diferentes influencias, una expresión grabada prácticamente en la primera toma, que refleja un rico mundo interior y una curiosidad y estudios asentados. En serio, toma el libro y lee, toma sus temas y escúchalos en más de una ocasión, pues estas composiciones son dignas de repetir.
 
Centrándome en un aspecto literario, tenemos las letras de ‘O Nada’, con una conocida composición a base de 4 párrafos, sin estribillo, con parajes y conceptos que nos conectan con otras letras de Xerión: el bosque, el caminar por él, la referencia a los antepasados y a un tiempo de mayores conocimientos (hoy velados), la Nada, el Abismo, breve referencia a la esperanza,… Solo dos composiciones rompen la cantinela de los 4 párrafos, pues estas se quedan en uno: ‘o ar dos tempos da destruçom’ y ‘perdido no abafante silêncio da angústia’. A diferencia de ‘A essência do Abismo’, aquí el pasear por el bosque no muestra signos de belleza ni paz, cosa que sí mostraba al inicio de ‘essência’. Aquí tenemos un cantor que solo respira un ambiente malsano, hostil y aparentemente vacío de presencia humana cercana al superviviente.
 
 
Como obra literaria, puede leerse de un tirón y hallarse una magnífica conexión. Llamará la atención el cambio de estilo entre la primera obra y la segunda, pero la línea conceptual permite una lectura seguida y algunos juegos, como invertir el orden de los poemas. Dos perspectivas, al menos, surgen dependiendo del orden seguido aunque, claramente, al principio ha de primar la continua. 
 
Uno puede ponerse en la piel de un superviviente alejado de presencias humanas, en medio de un mundo que todavía conserva bosques, pero en el que se respira, estés donde estés, la cercanía de la muerte. La desgracia ha venido en forma de radiación nuclear, tal como leemos en la parte de ‘Danças’. Un evento destructivo que ha dejado un mundo irradiado, agónico, donde seres mutantes nacen y reptan desde contaminadas charcas fangosas. Un mundo que ya se retrató en un anterior trabajo de VRK y cuyo sonido, repleto de estática y distorsión, comunicó a nuestro presente Sordida Nox. Desde esa luz crepuscular y radiante de átomos letales, con la perspectiva de una destrucción más o menos lejana, que se extiende por el aire a todo lugar, podríamos leer las siguientes líneas de ‘do insondável e abismal empíreo’: cadavéricas pedras nas que o líquen/ refulge com lisérgica clarividencia. Una imagen que la cultura popular ha transmitido una y otra vez: la pálida y ominosa luz verde resplandeciente de cualquier elemento atomizado.
 
Una lectura corrida me lleva a imaginar al superviviente en un apartado santuario vegetal, un reducto boscoso donde una aldea ha dejado su huella en forma de ruinas pétreas. El poeta deja constancia de su saber en madera de castaño, árbol que será mentado en la dança IV como lugar de reposo de un cadáver. La naturaleza, en este rincón, ha sobrevivido (¿adaptado?) y permite la recolección de hojas y plantas, que sirven al cantor para preparar una pócima. Sin embargo, él está en camino a la muerte o, quizás, la locura. Leyendo todo ‘O Nada’, especialmente su canción final, recuerdo ‘Morte na iauga’, donde un trastornado caminante se dirige al río de su perdición final. Habla de la presencia de la Santa Compaña, así que podemos apostar por la muerte, aunque la locura tendría explicación, si pensamos que sus conocimientos de la mitología galaica se han fundido con su perspectiva de la realidad circundante, amasándose y jugando a desarrollar una espiral abismal, gracias al bebedizo que hierve en su particular caldero. Sea como sea, locura o muerte, visiones atormentadas antes de fenecer o simple catarsis tras un “viaje” alucinógeno, las danças fluyen preciosas como continuación.
 

Unas danças de las que solo captarás el total significado gracias a los poemas de este libro, catalogado en NM66. Los temas solo contemplan la melodía, mientras que los poemas, siguiendo las recomendaciones de Nocturno, sirven para ser recitados mientras suena aquella. Poemas que beben y homenajean las siete cantigas de amigo de Martim Codax, actualizando algunos recursos de aquellas: versos en paralelismo conceptual, un estribillo que cierra cada párrafo, la construcción basada en pares de párrafos, el leixaprén,... Poemas que dibujan ese mundo ruinoso y radiactivo, donde la muerte campa a sus anchas, donde la calma no es posible, si no es la del cementerio. La belleza de la naturaleza y de la soledad rural de las dos primeras danças son el acompañamiento de un final presentido, ante el cual la resignación y la aceptación juegan sus bazas. El mundo urbano entra, como una poderosa excrecencia mefítica, en la dança III, mostrando el destrozo de tipo nuclear. No sabemos las causas ni el tiempo transcurrido, solo nos vemos impactados por las visiones del superviviente.

Como un alto en el camino, con su aporte esperanzador, el poema central nos transporta a una bella imagen: la unos misteriosos archivos sagrados, custodiados en algún lugar mítico. Las referencias te trasladan a los restos de una abadía o de una biblioteca con techo abovedado, a algún ruinoso claustro, donde el saber de la época se despliega en miríadas de seres simbólicos y capiteles de vegetación pétrea... Mas no dura mucho esta experiencia de contemplación y toca enfrentarse al malvado, a quien ha traído la destrucción, a quien dominó el átomo y lo usó para destruir. Las dos últimas composiciones rompen parcialmente la armonía repetitiva de las anteriores, aunque mantienen características como el estribillo y el leixaprén, con paralelismos en los dos primeros versos más libres, aunque coincidentes (en las anteriores danças estaban más definidos). Las leo sin acompañamiento musical y me suenan los dos versos primeros como un arranque de furia contra quien creó tal destrucción conscientemente, mientras que el estribillo es un canto grave, en tono menor, de resignación y aceptación de la vacuidad reinante, del fin cercano. Un encararse contra el enemigo que se desenvuelve en tristeza, pues nada cambiará. Como en 'Blade Runner', de quien se toma referencia para el inicio de la composición musical de la dança VI (versión instrumental de un tema de Ominous) y conforma una frase del monólogo final del andrillo moribundo el estribillo. Como el sentimiento de culpa de un personaje de la novela de PKD, 'Dr Bloodmoney'. Un enfrentamiento que se lee en las postreras líneas de 'O augúrio do Imutável':






No mais fundo do meu canto
Agóchase a segreda mensagem
Da resistência implacável
Nas luitas que se achegam

 
 
 
 
 
Continuará?

lunes, 12 de octubre de 2020

'El demonio ¿realidad o mito?', J. A. Sayés (notas) III

Arrancamos con los dos últimos capítulos de este 'El demonio ¿realidad o mito?': el 6, dedicado a la actividad demoníaca, tanto en su vertiente cotidiana (la tentación) como en la extraordinaria (infestación y posesión) y el 7, conclusivo, donde se pone en contacto los temas del demonio y el pecado, reafirmando una vez más que la última palabra la tiene Cristo y su redención. Esta es la tercera entrega y finaliza así el vistazo al libro.
 
El capítulo 6 tiene un aire de mezcolanza, como de reunión de notas dispersas, con contenido interesante, aunque, personalmente lo creo, necesitado de una nueva revisión. Yo recortaría contenido en la exposición sobre secularización, las noticias de ritos satánicos en Italia y sobre el Rock. Aumentaría espacio sobre el nuevo Ritual de Exorcismos y metería el apartado de vidas de santos atacados por el demonio, que se sitúa en el capítulo anterior. Fuera de estas disposiciones personales, veamos qué nos ofrecen estas páginas. De la 113 a la 132 se da como una larga exposición que comienza en la tentación y termina en el secularismo. Un apartado que puede tener gran interés para el cristiano, pero para los curiosos o estudiosos del demonio y todo lo relacionado va a resultar un tanto pesado. Con bastantes alusiones a Pablo VI y alguna a Ratzinger, Sayés dibuja la actividad cotidiana del demonio, que es tentar, alejar al hombre de Dios, desentrañándola en sus aspectos personales, sociales y eclesiales. Podemos comprender que se alargue en esas reflexiones porque él vivió una época convulsa en la Iglesia, con vaivenes doctrinales, conductuales y teológicos.
 
De la página 134 a la 139 recoge una entrevista al padre Amorth (r.i.p.), que perfectamente sintetiza la actividad extraordinaria demoníaca, qué es un exorcismo y maneras por las que él cree que abrimos las puertas al demonio. No solo señala peligros como la práctica del espiritismo, el enrocamiento en el pecado, el ingreso en sectas satánicas o la mala administración que hacen los medios de cualquier noticia relacionada con lo demoníaco, sino que abre brecha en una autocrítica eclesial, tanto por no predicar sobre el Enemigo como por desarrollar teologías que abandonan su existencia y actividad en las personas y la sociedad. Y con guiño incluido a los sacerdotes y obispos (La jerarquía católica debe darse golpes de pecho: si se difunden cada vez más las prácticas esotéricas y las sectas satánicas es también culpa suya). De todas maneras, termina con palabras repletas de entusiasmo: El diablo habitualmente no podría hacer ningún mal si el hombre, en su libertad, no se lo permitiese y no se hiciese cómplice suyo. Por esto no hay que tenerle miedo. Sayés dedicará un espacio a comentar y ampliar lo dicho en la entrevista, pasando a relatar dos casos de los que tuvo noticia por participantes en sendos exorcismos. 
 
Sobre este sacramental y los rituales que lo dirigen va a realizar breves acercamientos a continuación. El ciclo se cierra con los aportes de otros autores. En resumen apretado, vienen a decirnos que el demonio puede poseer a una persona, aunque sea un santo de tomo y lomo, que la Iglesia le obliga a irse con el exorcismo, que es un sacramental, y que la última palabra la tiene Dios. Para ser poseído no hay pautas y cualquiera puede serlo, quedando el por qué en el misterio de la voluntad divina. También se da cuenta de que no todos los que se presentan a un sacerdote como tales lo son y su estado puede balancearse entre una enfermedad, una infestación o la propia posesión.
 
La infestación es un tema del que se trata a partir de la página 151, y consiste en una molestia demoníaca que lo mismo afecta a la persona que a un animal o un lugar. Una imagen que puede ayudarnos a imaginarla es la referida en la Escritura: el demonio como un león rugiente que ronda, aunque no llega a dar la dentellada. Como se admite que la voluntad humana puede jugar en el campo del demonio, aunque se avisa que ello no significa que una acabe infestado o poseído, hay una serie de peligros sobre los que se advierte, en forma de breves apartados: el satanismo, algunos grupos de Rock y el espiritismo. Se concluye que el problema de fondo es el abandono de la fe. Al dejar de creer en Cristo se cree en cualquier cosa y ello puede derivar a una ocasión de actuación del demonio. Como siempre, Sayés reconoce que no hay signos claros, aunque sí ciertas evidencias.
 
El capítulo 7 cierra el libro y lo hace desde la duda: ¿realmente podemos creer en el demonio? Vistas las citas bíblicas, patrísticas y magisteriales, los datos doctrinales de herejes y religiones cercanas al cristianismo y la experiencia actual del exorcismo, ahora cabe preguntarse por si todo esto tiene algún sentido en nuestra actualidad. Y no solo desde una perspectiva científica o de relativismo, sino desde el mismo seno de la Iglesia, pues hay estudiosos católicos que le niegan validez a las pruebas antes aportadas. Gusta ver que el autor no rehúye a los detractores; más bien, ahora que llega al final, les da voz. Hay dudas que surgen y cuestionan acerca de la originalidad de la demonología cristiana. ¿No será un añadido cultural, fruto de las relaciones con variados pueblos? Y creer en la existencia del demonio, pues lo que es creer (confiar) solo se cree en Cristo, ¿trae más felicidad que si no le tienes en cuenta? ¿El satanismo consigue mayores márgenes de libertad que el cristianismo? Y otras similares.
 
 
Sigue el tema de la naturaleza angélica y las posibilidades de actuar del demonio, donde se recuerda que la doctrina eclesial es parca en declaraciones y la especulación teológica tiene campo amplio de estudio. 

Los dos últimos apartados se refieren a la relación entre demonio y pecado original, demonio e infierno, rematando con un nuevo recordatorio de que lo central es Cristo, que la Iglesia dispone de diferentes armas para vencer el combate de la fe, la importancia de sacramentos y sacramentales, amén de la devoción mariana. Espacio especial le dedica al tema de demonio y pecado original, llamando la atención de que este no puede reducirse a que fue el primero ni que se pueda concebir como una carga genética inherente al ser humano desde entonces. El pecado de los padres viene influido por el demonio y supone la entrada en la historia de una oposición a Dios de la que nunca nos vemos completamente liberados. Deja claro el autor que no se adhiere a la teoría patrística de los "derechos de Satanás" sobre la humanidad, pero sí que este ha sido el causante de una deficiencia en nuestra relación con el Creador. Respecto al infierno, en breve aportación, recuerda que nos es creación de Dios, como posible "lugar" de castigo, sino que este aparece con la rebelión angélica.



domingo, 11 de octubre de 2020

'El demonio ¿realidad o mito?', J. A. Sayés (notas) II

 'El demonio ¿realidad o mito?',  del teólogo español J. A. Sayés es un compendio que repasa la Biblia, la tradición y las declaraciones del magisterio católico acerca del demonio. Ofrece, también, parte de la especulación teológica que se ha ido realizando e incluye unas líneas acerca del renovado Ritual de Exorcismos, lo que convierte este clásico en un libro interesante, actual y comprensible, tanto para el profano como el especialista. Como introducción a la literatura sobre el demonio y, en menor medida, sobre infestación y posesión, es una de las obras clave. En pocas páginas nos ofrece las fuentes y su síntesis, recuperadas en orden cronológico, de modo que pronto tienes una idea acerca de lo que dice la Iglesia sobre el enemigo del Reino de Dios por antonomasia. El tema de las posesiones ocupa un segundo plano, aunque le dedica algunas páginas, integrando experiencias que le comentaron algunos protagonistas, lecturas de exorcistas como Amorth y Fortea, junto con algunos detalles ofrecidos por los Rituales. 

Hasta ahora hemos visto que iba contando la Biblia sobre el demonio y cómo usaron esta fuente básica los Padres y escritores cristianos de la época. A la Sagrada Escritura poco le interesa la figura del demonio y siempre aparece como enemigo de Dios, aunque subrodinado a Este. Siempre es criatura, ya se le vea como un ángel más entre otros ángeles, ya se le ponga como enemigo del Reino a abatir y alejar del ser humano. Las especulaciones acerca del inicio de su rebelión, el número de compañeros y otras cuestiones son interesantes para otros libros, pero no para los Testamentos. Sayés nos cita algunos ejemplos y hasta copia varios textos, de modo que nos formemos una idea, distinguiendo doctrina de fe y especulación.

Estamos, prácticamente, en la mitad del libro y toca visitar el capítulo 4, la doctrina del magisterio. Uno de los peligros doctrinales que ronda el cristianismo es el del maniqueísmo, el dualismo que presenta bien y mal en igualdad de condiciones originales y que los pone en lid, sin necesidad de marcar un ganador final. Al hablar del demonio, en varias intervenciones del magisterio, se quiere evitar esta posición, dejando bien claro que el demonio es criatura, subordinada a Dios, aunque enemistada por una elección radical. Sayés repasa algunas declaraciones conciliares, haciéndose eco de una disputa muy concreta: si la afirmación del decreto Firmiter acerca del demonio tiene alcance dogmático. Nos ofrece la cita y el texto, que termina así: el diablo y los demás espíritus malignos fueron creados buenos, en su naturaleza, por Dios; pero ellos se hicieron malos por sí mismos. De otro concilio, el Vaticano II, recoge más citas y descubre la curiosidad de que el demonio aparece en 17 textos conciliares y una nota, aunque siempre en el contexto de referencias, ya que no hay apartados específicos sobre los ángeles malos ni se pretende ni una recopilación ni una definición de fe acerca de ellos. Interesa en cuanto es enemigo que aparta al hombre de Dios e introduce en el mundo el pecado y la muerte, de los cuales nos libera Cristo. 


Ya se para un poco más en los papas Pablo VI y Juan Pablo II, retomando las clásicas referencias y aportando una novedosa, al menos para mí, que es un mensaje pronunciado durante la visita al santuario de san Miguel, en la provincia de Foggia, en 1987. El despliegue potente de doctrina sucede a continuación, cuando repasa el Catecismo de la Iglesia Católica en busca de referencias. De este capítulo, es el apartado que más me gustó, por los textos, relaciones y referencias ofrecidas. Sin duda, un compendio interesante y actual para consultar con calma y ofrecer a quienes tengan interés. Y ni tienes que abrir el Catecismo, pues el libro recoge citas completas.

El capítulo 5 comienza en la página 99 y es una referencia que no siempre se tiene en cuenta: que la liturgia traslada la doctrina a la celebración y en sus fórmulas podemos investigar en qué cree la Iglesia. Siguiendo la tónica de la obra, seguimos ceñidos a los datos bíblicos y doctrinales: Cristo redentor, el hombre tentado por el demonio, la victoria sobre su reinado de pecado y muerte, la necesidad de la gracia divina y el esfuerzo humano, la naturaleza angélica del demonio… Una vez más, la biografía del ángel malo no interesa, ni darle importancia en demasía, como tampoco elaborar una demonología expresa y detallada. Al enemigo, poca publicidad, conocer sus ardides, señalar con qué armas combatirle y mostrar que su causa está perdida. 
 
Las fuentes consultadas son las referidas a la liturgia bautismal, con textos históricos y litúrgicos, tanto antiguos como modernos, oraciones del Misal y el testimonio de los santos. Todavía no da entrada al Ritual de exorcismos, cuya referencia se produce en el siguiente capítulo, aunque de modo breve (el espacio de una página). Personalmente, y pensando también en un modo de promoverlo y conocerlo, una síntesis en este apartado sería estupenda, aunque avisase que luego se detendría más en él. El breve apunte sobre la vida de los santos, por ejemplo, iría perfecto también en el capítulo 6, dedicado a la actividad demoníaca.¡Y es que ni siquiera relaciona la liturgia con ellos!

Como en la anterior entrega, los textos compartidos pertenecen a obras citadas en el libro.

jueves, 8 de octubre de 2020

'El demonio ¿realidad o mito?', J. A. Sayés (notas)

Cuando me preguntan acerca de algún libro sobre el demonio suelo recomendar leer este. En 7 capítulos, 180 páginas, sintetiza datos culturales sobre el demonio, datos de la Biblia y la tradición, además de un repaso al magisterio de la Iglesia actual. También hay referencias al tema de la infestación y la posesión demoníaca. Pero el tono de la obra es teológico y se mueve siempre en el marco de la doctrina católica, distinguiendo siempre lo que es de fe y lo que es especulación teológica. Venga, vamos a pegarle un ojito a 'El demonio  ¿realidad o mito?', J. A. Sayés, EDICEP, primera edición, mayo 2008.

Libro teológico, que buscar conocer qué dice la revelación cristiana sobre el demonio. La síntesis es que se trata del enemigo del Reino de Dios y amenaza nuestra salvación. Es una figura accesoria, no central, aunque sí importante, tal como recuerda san Pablo al hablar de su lucha sobrenatural contra poderes subrehumanos. Pero la Iglesia poco habla del demonio, quedando por el camino los temas de la gracia, redención e infierno. Ya que existe una jerarquía y unión entre todos los dogmas, toca buscar qué hay sobre el demonio y presentarlo a la sociedad, especialmente a los jóvenes y cuantos sufren males.

J. Jeremias, 'Teología del Nuevo Testamento', 1974

Comenzando por las culturas cercanas a la hebrea, el autor señala parecidos y diferencias, sintetizando el sentir de Mesopotamia, Babilonia, Irán, Grecia... para, a continuación, seguir la pista de los escasos textos del Antiguo Testamento (A.T.) sobre los demonios. Hay que recordar que son textos de tiempos y tradiciones diferentes, aunque puedan arriesgarse algunas conclusiones: que el A.T. no está especialmente interesado en ellos, sino en Dios, que son sus criaturas, se dedican a la tentación, se oponen al ser humano y su felicidad.

Un apartado brevísimo presenta la demonología presente en la literatura intertestamentaria: en Qumrán se creía que Dios había creado dos espíritus poderosos, uno para el mal y otro para el bien, con sus legiones angélicas. En el primer Libro de Henoc ya se da una demonología con jerarquía, nombres y hasta historias de los demonios, como que doscientos ángeles fornicaron con mujeres y estas dieron a luz a gigantes. Estos enseñaron a los hombres la magia y la superstición. También aparece una idea conocida en Qumrán: al final de los tiempos el bien vence. En el apócrifo 'Vida de Adán y Eva' se lee que el demonio se apartó de Dios por no querer adorar al hombre. Esta negativa fue secundada por más demonios.

José Rivera. José María Iraburu. Síntesis de espiritualidad católica, 2003

El primer párrafo del capítulo 2 es una síntesis de lo que expondrá en las páginas siguientes: que al Nuevo Testamento (N.T.) no le interesa ofrecer una demonología determinada, sino la buena noticia de la salvación, una soteriología, y no teórica, sino encarnada en Cristo, el más fuerte, el mensaje y mensajero. Los evangelios dan por hecho que el demonio existe, que es personal, que tiene poder y actúa en el mundo, que es enemigo del Reino de Dios, que se le puede vencer y tiene los días contados. El mismo demonio se enfrenta a Cristo, le tienta a Él y los suyos. Y Jesús no le anda a la zaga, manifestando en las curaciones y exorcismos que Dios se hace presente. Interesante el apartado dedicado a estas dos acciones donde se distinguen textos que hacen referencia a enfermedades, textos donde no está claro si es enfermedad natural o producida por una influencia demoníaca y textos donde Jesús se dirige al demonio personalmente, para exorcizarlo. También es interesante la referencia al final del Padre Nuestro y su estudio lingüístico, con la posibilidad de doble traducción.

Santos Sabugal, 'La oración del Señor', 1985

San Pablo y el Apocalipsis siguen en la misma línea, usando especialmente el nombre de Satanás para designar al demonio. No se paran a definirlo ni indagar en su biografía angélica, sino que lo ven como un poderoso ser espiritual personal, con capacidad para tentar y actuar de modo sensible, enemigo de Cristo y el Reino, vencido por Cristo, con los días contados, temible aún, pero vencible.

Estas ideas perviven en los Padres y cristianos contemporáneos, cuyas ideas se sintetizan en el capítulo 3. Pero el demonio y los ángeles malos son tema de reflexión, escritos y vida cristiana, pues hay que lidiar con ellos, sobre todo si eres asceta o persigues una vida cristiana de virtud heroica. La fuente básica de estudio es la Biblia, pero también los apócrifos y los filósofos del momento. Hay espacio para la especulación y la confrontación: el demonio es un ángel, una poderosa voluntad personal espiritual, creado bueno, pero opuesto ahora a Dios (se dan como motivos de caída o pecado la lujuria, la envidia y el orgullo), su condena es definitiva (adiós a la apokatástasis de  ) y se dedica a tentar a la humanidad para apartarla del creador y su plan de redención. Algunos hablan incluso de los derechos del demonio sobre la humanidad, pero siempre queda Cristo como el que tiene la última palabra, el vindicador ante el Juez, el que paga para arrebatar al demonio sus esclavos, el abogado en pro del bautizado.

Continuará...

Nota: los textos que acompañan la entrada pertenecen a diferentes obras mencionadas en el libro de Sayés.

lunes, 21 de septiembre de 2020

De cando escribín un capítulo dun libro

Durante o curso 2004-05 no Seminario Maior de Ourense produciuse un acontecemento do máis interesante e único na nosa historia persoal de estudiantes. Tivemos a oportunidade de realizar unha investigación sobre as parroquias do concello de Trasmiras e publicalas nun libro!

A iniciativa partiu do noso profesor en historia contemporánea da Igrexa, rvdo. José Ramón Hernández Figueiredo. Realizando el as pesquisas máis serias e extensas, animounos a que cada un de nós escollese unha parroquia e a investigase documentalmente. Ata aproveitou algunhas das horas de clase para acompañarnos ó Arquivo Histórico Provincial e ó Diocesano. Alí foinos introducindo na arte paciente da investigación dos documentos: comezar por saber todo o que había sobre a parroquia, recoller por escrito o montante dos documentos, cas súas datas e sinaturas, seleccionar os máis interesantes e comezar a traballar, sempre cun lápiz na man. Nada de bolígrafos que puidesen manchar definitivamente calquera dos vellos papeis cos que tratabamos. 

A continuación, a bibliografía: xeral, para poder contextualizar os datos documentais, e específica, para constatar, ratificar ou rectificar estudios anteriores. Finalmente, un repaso á Rede, na busca de datos de última hora, distancias e localizacións actuais. Todo aquelo rematou ca visita ás propias parroquias, portando cámara de fotos. A idea era a de ir visitando, cada quen cando puidese, ó sr. cura delas, as igrexas e lugares máis importantes. Serviu para poder actualizar datos como, por exemplo, o estado do patrimonio, pervivencia de ritos e festas ou testemuñas de persoas vivas. 

Durante o proxecto foronse destacando aspectos posibles nos que centrarse, evitando a dispersión e a perda de recursos e tempo. De feito, fomos vendo como cada traballo debía adaptarse á cantidade de certos datos e ó estilo do escritor. Partimos de índices comúns para chegar a escritos de similar división. Así, houbo parroquias con suficiente documentación para coñecer e comparar os vellos rexistros patrimoniais ca actualidade; outras daban conta de feitos, en cadernos de notas ou Libros de Visitas pastorais; algunhas conservaban libros das asociacións e confradías, outras acumulaban lagoas documentais... As posibilidades, a inicio de curso eran variadas, de modo que non nos desanimasemos, se algún campo non se enchía con documentos, pero o que non podía faltar era a localización actual, un contexto histórico e as debidas referencias patrimoniais de edificios relixiosos, retablos, obxectos litúrxicos e festas. Tampouco podiamos obviar a referencia a fontes documentais, a poder ser inéditas, de modo que a bibliografía sobre a zona se incrementase e posibles interesados tivesen unha visión máis completa da batería de documentos dispoñibles para o público.

Nesto das fontes inéditas fixo especial fincapé. O motivo era claro: nós non eramos historiadores e os nosos artigos podían resultar nimios á vista dun profesional, pero sempre seriamos interesantes por poder aportar documentos e a localización dos mesmos. Deste modo, investigadores serios irían a tiro fixo, vendo o seu traballo de investigación alixeirado gracias ás nosas referencias. Así ten o libro, cara o final, unha batería de fontes literarias e documentais sobre cada parroquia. 

Tamén nos animou a achegarnos ós lugares e fotografar o patrimonio relixioso. Moitos centrámonos en igrexas e capelas, pero houbo quen viu máis aló e retratou cruceiros e petos de ánimas. Por desgracia, nos textos apenas se tratan. Nas sección fotográficas hai sinxelas tomas dalgúns, xunto cos templos e os seus interiores. 

Estes días rescatei o libro das estanterías da miña biblioteca persoal de Louredo. Por un lado, tiña ganas de reencontrarme cos textos e fotos, xunto cas sensacións vividas durante aquel curso. Tamén pensei en añadir ó CV un apartado cas miñas escasas aportación literarias en revistas e outras publicacións. Finalmente, había un aporte pendente para a preciosa páxina de Facebook administrada por Fernando Ávila. Nela vanse fotografado e documentando os cruceiros de Galicia, nunha labor inxente que se nutre do bo facer dos seus membros. É pouco o que puxemos sobre estas construcións, pero seguro que veremos referencias a este libro na rede en breve. 

Non acabarei sen recordar ó noso profesor e amigo, o doutor Figueiredo, sacerdote que segue investigando, escribindo e publicando. Relendo esta obriña non hai por menos que darlle as gracias por confiarnos un traballo tan bonito.

martes, 15 de septiembre de 2020

Vendima 2020 en Louredo

Veu este ano a vendima con adianto. Levamos xa uns cantos nos que se retrasa ata a fin de setembro ou inicios de outubro. En Louredo, Cortegada, a mediados de mes, xa a temos feita. Tanto para casa como para a bodega. Outras, como a Cooperativa do Ribeiro, inda agardan uns días para iniciala  en diferentes poboacións. Non sei que contarán os Consellos Reguladores dentro de quince días, pero se é coma sempre, van dicir que a colleita foi boa e que a baixada en kilos compensouse con aumento da graduación. Soe ser sempre a mesma noticia de fin de vendima: bos datos. Inda que, como está a pasar, no pobo recolleuse menos da metade do que se xuntou o ano pasado. Vamos, que un ve o telexornal en outubro, escoitando ós bodegueiros, e non pode por menos que recordar os vellos ditos do Ribeiro: en tempo de vendima baixa o caudal do Miño, viño faise con calquera cousa, incluso con uvas!,... e outros así. 

Cantos ditos, cantos e contos relacionados con esta época se perderían! De feito, se recordas algún, deixa constancia no comentario, que faremos por recordalo. Como mostra, eu recordo o que sempre se nos dicía no momento de vendimar:

- Se deixabas caer moitos bagos: mira, neno, que había unha vella no Ribeiro que perdeu de facer 10 moios por deixar caer tantos bagos;

- Se recollías parte dos bagos que caían: moi ben, neno, que unha vella do Ribeiro fixo dez moios recollendo os bagos que lle caían.

Eso si, xeralmente, o que importaba era ir vendimando a bo ritmo, pois ou tiñas os días fixados por unha bodega para recoller as uvas ou andabas con medo do tempo: de se iba chover, ou xa chovía, e de se facía demasiada calor. O mellor era saír cedo da casa e aproveitar ata a hora de comer. Pola tarde ibas comezando polas zonas onde a sombra aparecía primeiro. Sempre con ollo de non deixar atrás nin gabias sen vendimar nin capachos ou caixas (antes usabamos sacos) perdidas. 

 

Este ano houbo sorte co tempo, inda que veu con moita calor os primeiros días, pero foi refrescando despois. E non tivemos que atender incendios, inda que o fume dos activos na lonxanía si que nos tinguíu o ceo de laranxa. 

A vendima para casa fíxose canda a da bodega (á que se lle venden as uvas). Así que a preparación da bodega de casa é o sinal de que pronto tocará ir cedo pa viña. Ben, os traballos da viña pouco descanso deixan, tamén. Nela, esfóllase un mes antes, de modo que os froitos vaian quedando á vista, aireados e recibindo o sol matinal. Na bodega hai que ter todo limpo, mollando as cubas e despexando a prensa. A limpeza da cuba e a revisión concienzuda é básica. Toda greta pequena tápase cun pouco de sebo. Non pode saír nin unha pinga de viño. Tamén se limpan e revisan as tapas de madeira da cuba, deixando a man a que coincida ca boca dela.


O traballo na viña é de comezar pola fresca, conforme se comece a ver. Ás veces vas antes da néboa matinal, que sobe dende A Arnoia ou dende Cortegada, por Refexón ou san Benito, respectivamente. Outras veces, xa tes o sol quentando o ambiente con calma. Nestes días pasados houbo sol e ceos cubertos, con brisa. Seguimos agardando a chuvia tan precisa. En resume, co tempo tirando a fresco e ca menor cantidade de uvas, os traballos desta vendima da pandemia foron levadeiros. Unha cousa boa, tendo en conta que pouca xente podes ter a traballar na viña, debido ás restricións de persoal e contacto. Ata houbo tempo de descanso despois de comer, a pesares que o refrán advirte que despois do san Roque nin merenda nin durmiñoque.
Tamén daba gusto ir subindo dende o Tabolado e ver que varias leiras locían ben limpas. Parte da vella viña (non queda rastro dela xa) do señor comandante ou a cercana mina de auga (que estaba seca). Nesta zona do Tabolado e O Pireiro hai bastante auga, ou habíaa. Se vas paseando paseniño, verás alomenos dous lavadoiros (un no camiño e outro no monte do comandante) e varias pozas secas. Nunha viña, tapada, ata tes a boca para baixar a revisar o caudal dun manancial cercano. Ben veces nos metemos de pequenos! E se subes polo monte, non falta un rego profundo co que tes que ter ollo de non tropezar. Noutro tempo, que ben acordan os maiores, aquí tiñas auga ata para regar terras nos Veciños. E non faltou un encontronazo entre dous donos, bos amigos, para máis inri, porque un mandou abrirlle un rego pola viña do outro. Cuadrou que o traballador foi cachado nas patacas e o dono do Pireiro foi falar co da extrema, pra intentar solucionar aquilo. Co tempo, ata se volveron tratar como amigos de novo. Ese rego faría pasar a auga de modo máis efectivo e cara novos espacios da súa viña. Inda se nota o sitio por onde o quería abrir sen permiso e a entrada no muro do outro.

Tamén andaron a limpar polo Campo, dando moi boa impresión a zonas que pronto se enchen de herba e silvas. 

As uvas vanse recollendo en caixas ou capachos (se van botar neles pouco tempo ou se vendimas e os levas xa para un camión que recolle o colleitado nun remolque). No noso caso, vendímanse por clases: selecionada, tintas e brancas. As uvas para casa písanse nunha mueja, colocada na cima da cuba, enchufada na súa boca. Tal mueja é de madeira, cunha portiña móbil de metal, unida por un cordeliño. Botas certa cantidade de uvas, pisas con botas ben limpas, tiras do cordeliño, abres a comporta e empuxas as uvas pisadas pa cuba. Naturalmente, comezan ó pouco a ferver, deixando un característico e agradable cheiro na bodega. Din os maiores que o viño a ferver e a faboca a nacer, pero este ano non coincide a cousa, xa que a faboca sae inda nunhas semanas. Esto é de cando se realiza a vendima cara inicios de outubro.

Pero o taco (a horta) ten vida abondosa igual, en transición entre a recollida de tomates e pementos, por exemplo, e a espera de novos cultivos, como o da faboca. Foi bo ano de tomates, ata tal punto que tiraron con máis dunha estrutura de madeira que sostiña as tomateiras, algunhas con preto de dous metros de altura. E os tomates grandes foron cotiáns. Gran cantidade de pementos. Agora xa hai moitos vermellos, xunto cos verdes. E cebolas tamén saíron a manchea e moi grandes. Non houbo tanta sorte ca froita este verán.

O traballo do viño na bodega non fixo máis que comezar, xa que falta trafegalo, sacar o bagazo para prensalo, ver se paga a pena buscar un aguardenteiro e inda pensar máis se se fai licor café despois, vixiar que o viño saia ben, mandalo analizar por un enólogo de Ribadavia, limpar as botellas (eso xa para o ano) e ver de embotellalo un día claro (hai tradición de non tocarlle ó viño en días de tormenta ou nublados). E disfrutalo en boa compaña ou regalalo a xente cercana.

Despois dun incendio xeitoso entre Filgueira e Cortegada, tivemos sorte de non sufrir máis. Pero os lonxanos e potentes incendios deste fin de semana trouxeron fume sobre os nosos ceos. O domingo houbo momentos que o sol chegábanos anaranxado e ata caiu un pouco de cinza na zona do Outeiro. O luns houbo intres no que o fume estaba máis presente entre as nubes matinais. Pola tarde foise despexando e o fume notábase ben menos e máis localizado. De todas, unha pena e unha traxedia que todos lamentamos. Malas experiencias tivemos no pobo hai uns anos, con incendios á hora da sesta.


 

sábado, 12 de septiembre de 2020

Matanza Caníbal #2

La segunda mitad del año 2019 fue iluminada por la oscura sabiduría de varios fanzines. Tiempo ha que inicié la búsqueda de estas obritas de arte que, aún a día de hoy, se siguen produciendo y vendiendo. Trabajos con más o menos profesionalidad, pero siempre preñados de un cariño cara el cine fuera de duda. Condensan horas y jornadas de visionados, investigación en diferentes fuentes y el esfuerzo de reunir personas y material suficientes con los que rellenar hojas de texto y fotos, desde las películas de terror y fantasía más modernas hasta las más desconocidas de antaño. Las redes sociales juegan un papel muy importante a la hora de darnos a conocer estos fanzines y fue gracias a ellas cómo supe de su existencia y cómo pude pedir algunos números. En todos los casos me encontré gente cercana que mostró interés y eficacia a la hora de informarme y mandarme su material. GRACIÑAS.
 
Hoy os traigo a presentación el último que pedí, cuyo número 2 está agotado. Se trata de 'Matanza Caníbal', editado por FKM y Altar Mutante Comix. Se lo han dedicado a la obra del coruñés Amando de Ossorio, siendo esta la primera entrega y la tetralogía templaria su razón de ser, aunque aportando varias películas más según avanzamos cara el final del fanzine. Esta saga de los templarios ciegos ha tenido un impacto potente en muchos de sus seguidores y se nota especialmente cuando lees el apartado final, dedicado a diferentes aportaciones de fans, que la sitúan dentro de sus películas preferidas o de las primeras que descubrieron. 
 
Uno de esos aportes interesantes son los datos históricos referidos a la Orden del Temple, su relación con A Coruña y la perspectiva personal del director gallego. Es una forma interesante de descubrir parte de nuestro pasado y el trasfondo de las películas, más basado en leyendas y elaboraciones personales que en hechos acontecidos o referencias documentales. También encontraremos algunos fragmentos de entrevistas a Amando o Lone Fleming, antre otros, dando voz a director y actrices que le acompañaron en sus realizaciones. Poner, casi al inicio, un fragmento de una carta de Ossorio fue un acierto total, pudiendo conocer opiniones personales acerca de sus templarios, amén de disfrutar de algunas chispas de buen humor gallego. ¡Y qué decir del fondo de cada página! Una joyita de diseño cuya opacidad nos permite descubrir trozos de carteles, ilustraciones y tipografías referidas a diferentes películas. Lo cual me lleva a alabar la selección de ilustraciones realizadas por el director gallego. ¡Qué arte! Lone Fleming dijo en varias entrevistas que Amando le enseñaba sus dibujos cada mañana, cuando estaban rodando 'La noche del terror ciego', y ella misma es una artista que le ha dedicado horas a las ilustraciones. Me quedo con la duda de si habrá dibujado y pintado templarios ciegos.
 
 
Hablando de Lone y Amando, el fanzine comienza recordando el paso de la actriz danesa por A Coruña, con motivo del FKM, Festival de Cinema Fantástico da Coruña, en 2015. Fue entonces cuando la conocí. ¡Hasta me senté en una butaca al lado de ella en la proyección de la película 'La noche del terror ciego'! Lone se encargó de presentarla. Recuerdo que a la salida de la sala podía ver alguna reliquia templaria, como una de las garras, unidas a su brazo, de los caballeros ciegos. También recuerdo que FKM regalaba un libreto con la programación, donde colocaban una foto inédita de Lone (ella misma se sorprendió al verla) y que han reproducido en Matanza, en la página 8. Cuatro páginas atrás hay una de Jack Taylor, que también se presentó en el FKM, en el portal de la calle donde nació Amando.
 
La página 7 la ocupa la transcripción de una carta de Ossorio a Jan van Genechten, fechada en Madrid, a 6 de junio de 1976. Allí leemos un detalle muy importante: el realizador se desentiende de 'La Noche de los Muertos Vivientes' como fuente de inspiración. Se ve que, ya por entonces, los críticos las comparaban, cosa que sigue pasando hoy, incluso en el mismo fanzine. El director hace referencia a las historias de templarios condenados y absueltos, ocultos en las montañas celtas, en donde antes hubo misteriosos cultos druidas, y a las diferencias palpables que pueden establecerse entre los zombis de Romero y sus templarios: estos son momias, no zombis, salen solo de noche, se guían únicamente por sonidos y fueron estudiosos del esoterismo, llegando a realizar sacrificios humanos que les conceden la inmortalidad.
 
"El mito templario", firmado por Santiago Paz, nos sitúa en la tesitura de los templarios vistos como personajes míticos y simbólicos, ámbito donde se aúnan historias populares y situaciones actuales. Así, Ossorio dice conocer la historia de templarios condenados en otros lugares, pero absueltos en territorios gallegos y portugueses. Sin embargo, su conocimiento parece más legendario que histórico. Y, complementariamente, sus templarios son una mezcla perfecta de religiosos y guerreros, eco de una españa gobernada por el nacionalcatolicismo. Como nota curiosa, decir que es el único artículo donde veremos tres textos en gallego.
 
Hache Faílde
nos mete aún más de lleno en la historia del Temple y su relación con Galicia y la saga ossoriana. En concreto, me impactó el dato de que la primera encomienda documentada en Galicia se situase en Burgo do faro, hoy O Burgo, origen de la actual ciudad de A Coruña. Los datos del articulista seguro que sorprenderán a más de uno, especialmente si tenemos en cuenta que parecen desmontar algunas afirmaciones de Ossorio sobre las leyendas sobre templarios que él atribuye al pueblo. Al menos, hoy en día, no pueden documentarse ni recogerse en su ciudad natal ni en obras como el 'Diccionario dos seres mitolóxicos galegos'. También nos recuerda un detalle importante de la saga: según avanza, se afirma más que las momias nocturnas son templarios. De hecho, en la primera solo se descubre tal afiliación por la lápida de una sepultura (ojo al comentario de la página 17).
 
Es Lois E. Froiz quien nos mete de lleno en las influencias, tramas y detalles de las cuatro películas de la saga de los templarios ciegos. Y lo hace con un artículo largo y bien ilustrado. Pósters, fotogramas, ilustraciones del director, recortes de prensa y carátulas nos ambientan y fortalecen las palabras de "Muertos sin ojos. La tetralogía de los templarios". ¡Hasta se atreve, tras dejar claro que es un aporte personal, a la contrucción de un desarrollo cronológico de las películas! Ello, siguiendo sus tramas, no el año de grabación. Ilustra bien algunas influencias y recuerda diferencias con otros personajes que pueden parecerse, pero no son. También nos ofrece una batería de títulos que beben de la saga, que van desde el corto 'El último guión' hasta el disco 'Sinfonías del terror ciego', pasando por el cómic 'Waldemar y el Necronomicón de los templarios'. Entre tanta cosa buena, solo queda corregirle un detalle, en la página 22: es Virginia quien huye del tren en marcha, no Betty.
 
Pasamos de la mitad del fanzine y nos abrimos con amplitud a otras películas de Ossorio gracias a "Ossoro fantástico. Más allá de la abadía templaria", firmado también por Lois E. Una buena síntesis de tramas, opiniones y despliegue gráfico para iluminar títulos como 'La noche de los brujos' o 'La endemoniada'. Vamos a seguir comprobando cómo Ossorio se plegó a los deseos de sus productores (por ejemplo, clausurando casi de golpe el rodaje de 'Malenka, la sobrina del vampiro'), filmando con bajos presupuestos y llegando hasta forzar su salud (véase el infarto que le provocó 'Serpiente de mar', que no fue del miedo que daba la peli, precisamente).
 
El fanzine 'Matanza Caníbal' remata con varias colaboraciones donde algunos fans cuentan su experiencia con el cine de Ossorio y hasta con él mismo, pues llegaron a tratarle en persona. Se agradece esa página, tras los aportes personales, donde se comparte una nutrida bibliografía.
 
¡Ojo!, que este número es el primer especial, así que debemos estar atentos a una nueva entrega. Eso sí, esperemos que con la errata "deprevado", en plena portada, debidamente corregida. Y a seguir manteniendo esos aportes gráficos tan interesantes.