Louredo, pueblo natal, profesa devoción a san Juan bautista y hace de ello fiesta y fiesta grande, aunque ya no sean las de hace años. Varias imágenes en los retablos de la iglesia hablan de su patronazgo, siendo una poderosa imagen permanente recuerdo en el retablo mayor y otra, móvil, centro de las atenciones y cuidados durante la novena y la procesión. Esta imagen, sencilla, humilde como el santo que representa, pasea en la procesión, que yo recuerde, parte del pueblo y rodea la iglesia antes de volver a entrar. Se la adorna con una espiga y un racimo de uvas, a poder ser del pueblo.
Bien. Esta parte de la novena y fiesta suele estar bien cuidada. Hay un detalle que esta misma tarde comienzo a mejorar, con la anuencia del administrador parroquial, don José Ramón. Visto el estado físico de los textos usados para el rezo, hemos decidido, por fin, transcribirlos y confeccionar una nueva edición literaria de la novena. La idea es tomar lo que ya tenemos, pasarlo a limpio, ampliar la letra y ofrecerlo al pueblo como texto rector para la novena, ya personal ya en comunidad. No sé si hay más versiones pero de siempre me suena un librito ya muy usado y ajado, casi cayéndose a trozos, que era el usado por don Delmiro, d.e.p., el anterior párroco. Hace pocos años se fotocopió y yo tengo copia digitalizada de las hojas impresas (aunque me falta un par de ellas, quizás por estar en blanco y no aportar al conjunto). Desconozco si alguien tiene ese mismo libro en casa. Mis padres no, al menos.
El pueblo suele recordar sus novenas y hasta saberlas de memoria en mayor o menor parte. Hay ocasiones, como sucede en la de san Benito de Rabiño (Ourense), que una parte se recita todos juntos, repitiendo los fieles desde el banco lo que dice el cura desde el altar. Esa memoria hay que respetarla hasta donde la sana doctrina lo recomiende, ¿no? Por eso el texto digitalizado que tengo va a ser la base. Por el camino, ya se limarán expresiones, palabras, y se verá qué añadidos y extracciones efectuar. Por lo pronto, yo creo que las siguientes:
- en general, mantener el texto usado desde siempre. Es de señalar que la novena no se rezaba tal cual por el libro sino que se seleccionaban partes. Ello nos da la oportunidad de deshacernos de los Gozos finales y cambiarlos por el himno que desde don Esteban, vecino y párroco que fue de Louredo, se canta, compuesto por dos ahijados del anteriormente mentado;
- en general, mantener el orden del librito. La cosa es tradicional y sencilla: empezar con las oraciones de todos los días y, a continuación, colocar la reflexión propia de cada día de la novena. El rezo siempre será tomando lo general y cambiando solo lo propio del día. Hay, que ya digo que no se sigue a rajatabla, una oración introductoria, viene lo propio del día, tres Pater Noster, Ave Maria y Goria, una segunda oración, el Cántico de Zacarías, una Antífona y la oración final. El cambio podría ser a: petición sencilla de perdón (Kyrie), himno litúrgico tomado de las Horas, oración del librillo, reflexión del mismo, peticiones con Pater Noster... y rezo final tomado del librillo antiguo. Hay que verlo sobre papel para echar cuenta de si es mucho o poco;
- el cántico de Zacarías, récese o no, siendo como es texto usado en la liturgia, debe aparecer. Su versión se sacaría de la moderna versión de la Biblia de la Conferencia Episcopal Española;
- de hacer una obrita hay que atreverse a algo potente y rezable. Ya sé que no hay mucha costumbre en el rural a rezar las Horas. Esto, a veces, porque nadie se anima a comenzar. Bien sé yo que en algunos lugares había esto de funcionar, aún rezadas sin Misa. San Juan de Seoane, en Allariz, vivió esta experiencia hace pocos años y los resultados fueron magníficos, viniendo un grupito de feligreses a rezar y cantar las Horas, unas veces con Misa y otras sin ella. Poca diferencia numérica había, después de varios intentos, con las debidas explicaciones y catequesis, of course. Así que, después de la novena, se insertarán los textos litúrgicos de la solemnidad de tal santo, del que se celebra día natalicio en la tierra amén del celestial.
Está claro que el día de fiesta nadie las rezará en la iglesia... aaaaaaaaaaa menos que se rezasen antes de Misa y sin la presencia del pastor, iniciando ya el ámbito oracional y despejando el templo de animados comentaristas y deslenguados que se olvidan del Señor porque la conversa vecinal mola más. Poner los textos de la víspera supone más de lo mismo. Lo cual supone algunas dificultades al no estar la gente acostumbrada y hasta al alargar el tiempo de oración. La solución es una temporada de catequesis, algunos intentos anteriores y la dirección de ese rato, más o menos solemne, por parte de un laico. Bueno, lo piensas bien y tampoco es que alargue mucho, ¿no? Complétense las posibilidades positivas acerca de esta adición con que pueden ser textos preciosos para los que rezan desde casa y quieren aprovechar unos minutos más y significar la víspera y el día de la fiesta. O sea, que tendré en cuenta los textos de ambos momentos, I vísperas y laudes;
- siendo un libro de rezo, atrevámonos a algo mayor, rematarlo con historia y cultura. En lugar de iniciarlo con datos sobre el pueblo, la iglesia, las imágenes de los santos, la devoción popular, el personalizado himno... pongamos todo esto al final. Un repaso a la memoria de los fieles que bien podrían quedar con alguien que recoja sus dichos y los resuma de modo sencillo y bello. Así, cuantos lleven el nuevo libro de la novena lejos de Louredo, podrán saber más de este pueblo, del santo y sus representaciones artísticas, tanto físicas como musicales. Remarcaríamos el sentido devocional de la publicación añadiendo esta parte al final, dándole espacio pero colocándola tras lo importante, la oración a san Juan el precursor, patrono de Louredo, ea;
- el himno, el largo himno a san Juan, ha de ocupar sus páginas, con buena letra, para que la aprendar o recuerden los más jóvenes y los lejanos. Había antes otro himno y hasta parece que hay quien lo recuerda. Podría este recogerse en un apéndice y, ya que estamos, grabarlo en las voces de quienes lo recuerden o del propio coro parroquial. En este caso, grábense los dos, que es patrimonio inmaterial y único. ¿Sería posible pasar luego esta grabación a algún músico? Ah, un deseo frustrado que porto y cargo: ponerle a la letra su debida musicación. Por imaginar, ¿habría de conseguirse un acompañamiento musical en partitura aparte?;
- fotografías, alguna pero sin apabullar ni distraer de lo esencial: el rezo y conocimiento de san Juan bautista (hombre, mira, ahora que lo escribo recuerdo que hoy es el domingo del bautismo del Señor a sus manos). Fotos de la imágenes parroquiales y casi para. De querer más, habría que buscar en fotos personales actuales y antiguas hasta componer un álbum digital. Di tú que, con el tiempo, esta obrita se podría organizar cronológicamente, se añadirían textos con recuerdos acerca de las mismas fotos y podría venderse, destinando los cuartos ganados a algo relacionado con el santo patrono;
- la voz de la Iglesia podría dejarse oír en alguna sección que recoja fragmentos de predicaciones papales sobre san Juan y algunos números del Catecismo... vale, esto ya se va de las manos en cuanto a número de hojas pero ¿no sería deseable una obra potente y amplia? Una solución sería la de la doble edición: algo sencillo y de bolsillo para rezar y algo más voluminoso para tener en casa, que sea devocional pero añadiendo doctrinal, orar y formar(se).
Ale, ya he soltado ideas que me rondaban. Pero no puedo terminar sin un llamamiento a las autoridades archivísticas. Es lo siguiente. He buscado esta edición de la novena y no encuentro nada en la Red. Quizás haga falta una búsqueda más afinada o puede que la cosa sea visitar las sedes de archivos y bibliotecas para dar con un ejemplar físico. Quizás estemos ante un inédito ejemplar. Si fuese el caso, la fotocopia digitalizada (estoy haciendo averiguaciones para dar con un librillo, sea el usado en la prroquia u otro) que custodio, ¿vale la pena darla a conocer y pasarla en un correo a instituciones con biblioteca digital?
Dejo aquí la pregunta y algunas imágenes para que me puedan aconsejar. Y dejo esta primera entrada del año para releerla más adelante y ver qué se puede salvar de tanta palabra. Comienzo ya la transcripción del texto antiguo, paso a poner por escrito el himno que se canta en la fiesta, busco ya los textos litúrgicos y bíblicos necesarios, abro una carpeta donde parte del magisterio eclesial sobre el precursor del Mesías tenga cabida... y a ver qué pasa.
Feliz Navidad, que hoy termina. Comienza el ministerio público de Jesús y el Tiempo Ordinario.
A punto de publicar, hallo tal versión, anterior a la lourediana y con un texto parecido, que no idéntico. Quede constancia de este pdf.
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