De cuando en cuando, dejaré una recensión, resumen o notita sobre libros leídos o que me han encargado publicitar y a los que he dedicado menos tiempo. Hoy comparto dos que entran en esta categoría última. :-)
El monje Anselm Grün es un conocido religioso que transmite
los dichos y experiencias de los Padres del desierto y los pone en
diálogo con la psicología y las tradiciones meditativas actuales.
Esta obra es su primer escrito presentado para publicar y
ahora deja de ser inédito por fin. En él, plantea la finalidad de la
vida monástica: la contemplación divina, y el medio primordial: la
pureza del corazón. A la gracia divina de la contemplación responde el
hombre despejando su corazón, esforzándose para centrarlo en Dios y
dejándose penetrar por el Espíritu. Una vida de apertura y búsqueda que
parte del Evangelio, en concreto de Mt 5, 8: "Bienaventurados los
limpios de corazón, porque ellos verán a Dios".
El libro, tras un prólogo a esta edición y la Introducción,
desarrolla su tesis en cuatro pasos: explicar qué es la pureza de
corazón, mostrar los medios para alcanzarla, descubrir los indicios de
la misma en la vida y, finalmente, un capítulo dedicado a la oración.
Una magnífica y sencilla forma de redescubrir la espiritualidad cristiana.
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Alfonso Crespo Hidalgo, "Fuga y retorno de Teresa". Editorial san Pablo.
En
pleno V Centenario del nacimiento de santa Teresa de Jesús, la cantidad
de artículos y libros crece exponencialmente y en la librería Betel ya
hay un surtido número y una diversidad interesante para acercarse a esta
interesante mujer.
El
Libro de la Vida, obra autobiográfica que santa Teresa escribe por
obediencia, será el eje desde el que partir para el diálogo de este
libro. Y la pregunta sobre quién es Dios para ella, la pregunta primera.
El esquema del libro es: Preludio, exponiendo la biografía teresiana;
Primer Movimiento, mostrando los cuatro primeros capítulos del Libro de
la Vida; Segundo Movimiento, con los siguientes cinco capítulos de la
Vida, exponiendo su crisis humana y la Gracia que le persigue; la
Apoteósis, el epílogo, el encuentro con Dios.
Como
diálogo y comentario, admite la presencia del lector y queda en el aire
la invitación a que su voz se sume a las presentes, recorriendo su
propio camino en el conocimiento de quien fue nombrada la primera
Doctora de la Iglesia y a que se remonte la mirada y el corazón al Dios
de Teresa.
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