sábado, 18 de julio de 2020

Santa Mariña de Augas Santas medieval

Santa Mariña de Augas Santas medieval

FELICIDADES a las Mariña que nos leen.
Augas Santas festa 2016


No es muy conocida y su historia está por investigar y escribir, pero hay una capilla, sencilla y escondida, en las inmediaciones de Soutelo, que hoy celebra su patrona: santa Mariña. Una mártir cuya vida se pierde en el tiempo, pero que algunos datos históricos y las leyendas populares posteriores nos han permitido conocerla hoy. Si recorres los diversos documentos, solo escritos, donde se cita, verás que más de una vez se la confunde con otras mártires y que su iconografía puede dar pie a confusiones con otra santa. Esto sucede incluso hoy. Así que no tengas la tentación de realizar una sencilla búsqueda por internet para saber quién fue, sino busca estudios que recorren la historia de los lugares relacionados con ella y las historias que se fueron contando a lo largo de los siglos, especialmente, a partir del s. XV. En esta entrada te propongo algunos y te resalto algunas líneas de los mismos, centrándome en lo que puede sintetizarse de la vida de la joven santa y de su centro cultual: Augas santas, a un paso de Allariz. Muchos de nuestros vecinos, quizás también tú, ha oído hablar del lugar y quizás haya estado en él. Efectivamente, es un lugar, pero amplio, que exige una pequeña peregrinación, pues no se reduce al precioso templo del pueblo, sino que recorre tierras cercanas: o forno da santa, el desaparecido carballo da santa, Armea, la inacabada basílica de la Anunciación, la capilla de Santomé… Queda recoger la tradición oral de santa Mariña de Soutelo, estudiar su retablo e imágenes, preguntar por favores recibidos y comparar su novena con la rezada en Augas Santas… además de imaginar cómo pudo llegar la devoción hasta aquí y si hay más Mariñas en las cercanías. Por lo pronto, abro fuego con estas sencillas líneas dedicadas a la historia medieval de Augas Santas y la vida de la mártir limiá, aportando varios enlaces interesantes y fundados en estudios recientes.

 

Acercamiento a la historia medieval de Augas Santas

A partir del artículo “Santa Mariña de Augas Santas en la Edad Media (ss. XI-XV)”, de Francisco Javier Pérez Rodríguez, publicado en la revista Diversarum Rerum, 8.


En el s. XI todavía no existiría un monasterio benedictino tal como lo entendemos hoy, sino una institución similar, pero secular. Quizás dependía de Celanova, tal como aparece el algún documento de la época. Ya a finales del XIII es la catedral de Ourense quien se hace cargo de la zona. Y comienza una campaña de promoción, con la construcción de la iglesia actual y la difusión de la vida y milagros de la mártir. Tal impulso recibe que será la patrona de dos parroquias para nada cercanas: en Córdoba y Sevilla. No existían referencias en la época, fuera de la ourensana. Sin embargo, el culto de Augas Santas no parece que fuese conocido, fuera del área local. Eso sí, la comunidad que atendía el culto estaba formada por doce racioneros, presididos por un rector, lo que no significa que residiesen allí continuamente, ni siquiera que formasen un equipo cohesionado. Combinaban sus obligaciones en Augas Santas con otros menesteres, a veces lejanos en el espacio.

Es curiosa una referencia que no suele darse mucho, como es la cita de la existencia de un ermitaño. Este solitario velaba el “forno da santa”, lo que da idea de la importancia del lugar. Su presencia, de fuerte impacto espiritual, pero sin privilegios ni demasiadas comodidades, recordaba un lugar de sufrimiento de la mártir y la existencia de historias como la que aún hoy se cuenta, como que fue salvada, milagrosamente, por san Pedro de la muerte. En tal lugar comenzaría a erigirse la inacabada basílica de la anunciación.

Augas Santas a finales del s. XVI

A partir del artículo “O santuario, a igrexa colexial e o couto de santa Mariña de Augas Santas a finais do século XVI: información testifical de don Martín de Córdoba e do licenciado Francisco Fernández, prelado de Augas Santas”, de don Francisco Sandoval Verea, publicado en la revista Diversarum Rerum, n. 8.


Nada podemos asegurar con fundamento de los inicios de la iglesia, pues los documentos de la época son escasos, breves y los más importantes para la cuestión bien podrían decir únicamente lo que sus promotores querían oír. Respecto a quienes se ocupaban del cuidado y el culto sospechamos que primero se trataría de monjes y, posteriormente, de un cuerpo sacerdotal presidido por un rector. A principios del s. XV estaría funcionando este grupo, aunque ello no implicase la residencia de todos en el lugar o estancias más o menos largas de sus miembros en la zona. Una época en la que el culto de la mártir resplandecería gracias a la promoción de la catedral de Ourense, la publicación de sus milagros y la fama creciente de su santuario. A nivel interno, llegarían conflictos, reducción del personal y sus privilegios. Y a nivel de tradiciones y costumbres, estamos en un tiempo que ya posee todas las historias que, incluso ahora, conocemos, con las variadas referencias geográficas.

Un detalle conservado desde entonces es que en la iglesia solo se enterró el cuerpo de la santa y que ningún otro difunto descansaba allí. Un detalle que nos hace ver la exclusividad y la importancia de la memoria conservada. Hasta se cuenta que cierto prelado que quiso esperar allí la resurrección de la carne fue expulsado de la tierra… ¡¡¡tres veces!!!

También ya se denominada el lugar como Augas Santas, pues se atribuían a sus fuentes capacidades sanativas derivadas de la santa gallega. Recordemos que hasta tres manantiales son considerados de especial devoción, relacionándolos con la caída y dos botes que la cabeza de la santa dio en tierra.

Vida de la santa

A partir del escrito ‘Santa Mariña de Augas Santas’ de Júlio Medela.

Nace Mariña mientras los discípulos de Santiago son perseguidos, en las primeras décadas del s. II, en Antioquía, ciudad cercana a la laguna de A Limia y al pie de los montes de la zona. Su padre se llamaba Teudo, o Teódulo, gobernador romano y quizás sacerdote pagano en la región, que con el nacimiento, o poco después del mismo, de su hija única, queda viudo. La educación corre a cargo de una mujer de Piñeira de Arcos y supondrá el bautismo y la adhesión afectuosa de Mariña a Cristo. Esto lleva al rechazo del padre, que la abandona allí, cortando con ella todo lazo familiar cuando contaba unos nueve años.

Su infancia discurre por los caminos de la aldea, llamando la atención su belleza espiritual y física. Ya se le atribuye algún que otro milagro, como el de encerrar a todos los pájaros de la contorna en un cerrado, de modo que pudo participar de la Misa y, al tiempo, cumplir la orden de su cuidadora de alejar a las aves de los sembrados.

Sigue creciendo y, en julio del 138, cuidando el ganado con otras chicas, por donde se levanta la torre de Sandiás, el prefecto romano Olibrio la ve y desea. El problema es que Mariña se siente esposa de Cristo y, visiblemente, porta una pequeña cruz, lo que enfurece al hombre que, ni logra poseerla y, conocida su condición cristiana, debe ahora castigarla. Así que es raptada y conducida a la zona alaricana de Armea. Allí sufrirá mil y un tormentos, a la vista del público y en la oscuridad de la cárcel. Sin embargo, mantiene en todo momento la compostura y su fe cristiana, lo que lleva el enfurecimiento del persecutor a cotas elevadísimas.

Es el momento en que se cuenta que la joven, torturada y desfigurada físicamente, es salvada de las llamas de la hoguera por san Pedro. La muerte no le llegará, sino cuando cercenen su cabeza. Y, en esos momentos, no deja la joven de repartir bendiciones, ya que su cabeza, allí donde botó, abrirá tres fuentes de salutíferas aguas y quienes testimoniaron aquel martirio fueron liberados del demonio y oyeron coros celestiales.

Su cuerpo recibió sepultura por parte de los cristianos del lugar, culto y protección, hasta que su memoria se aminoró o su sepultura no fue tan visitada como antaño. En la época en que se descubrían los restos del apóstol Santiago, los de Marina volvían a refulgir como ejemplo de fe, siendo en ambas ocasiones señalado el lugar de descanso del santo cuerpo por unas luces.

Hay que tener en cuenta que desde la época de los sucesos hasta su puesta por escrito pasaron muchos siglos. Seguramente, nos encontramos ante una vida reconstruida desde la catequesis cristiana, aunque con un fundamento en hechos reales. También hay que tener en cuenta que Mariña se ha confundido, incluso en fechas recientes, con otras santas, con otras vidas de mártires gallegas o que recibieron muerte aquí. Las líneas anteriores no son más que una síntesis apretada de una probable reconstrucción.

Las imágenes

La primera y última son mías, de dos visitas diferentes a Augas Santas que podéis consultar:

La foto, al final de la introducción, con la capilla de santa Mariña de Soutelo es regalo de Jerónima Francisco Fernández.

Cada artículo va acompañado de un fragmento del texto original.

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