domingo, 19 de abril de 2020

El Resucitado de A Armada

FELIZ PASCUA.

No sé si sabes de muchas imágenes como la que acompaña estas líneas. La verdad es que yo ni las conozco ni veo que se prodiguen. Generalmente, acostumbro a ver cruces o crucificados, pero pocos resucitados en "terreno sagrado". No llevo la cuenta ni lo he investigado, pero a ver si va a ser que hay más resucitados en los museos que en las iglesias católicas. Si la vida cristiana no es comprensible sino desde la óptica de la resurrección de Cristo, debería hacerse notar más. Claro, también entiendes que se quiera reflejar más la humanidad sufriente o que los artistas no tengan muchas ganas de innovar, pero el tema de la resurrección bien daría para una investigación y posterior plasmación, no solo para el disfrute artístico, sino para acompañar en el templo.

Una frase que nos repetían a menudo era la de que no podía existir cruz sin Cristo ni Cristo sin cruz, manifestando que era la misma persona la que murió en la cruz que la que fue resucitada (sí, generalmente, se dice que resucitó, pero podríamos hablar de la conveniencia de decir que fue resucitado por el padre con el poder dinámico del Don, del Espíritu). Y eso que la cruz fue motivo de escándalo para propios y extraños durante bastante tiempo. Según el  historiador Federico Romero Díaz y del biblista Javier Alonso López, el primer crucificado representado (en relación con Jesús) fue un asno. Sí, el asno con el que pretendían mofarse de Alexámenos y sus creencias religiosas (a menos que sea una representación de un orante gnóstico). La cruz ya disfrutaba de adoración antes de los cristianos y pasó por diferentes representaciones una vez que la Iglesia la asumió. Para esta historia, te recomiendo el breve trabajo 'La crucifixión' de Laura Rodríguez Peinado.

'La crucifixión' de Laura Rodríguez Peinado (fragmento)
La imagen que traigo a esta sala de notas es la que está presente en el multifunciones de A Armada, en el ayuntamiento de Celanova, Ourense. Es una preciosa imagen del Resucitado sobre el mundo, saliendo de la cruz. Una cruz que sirve de fondo a la escena de un Cristo dinámico, en posición de caminar (¿Saliendo del sepulcro, ascendiendo al Padre?). Se sitúa al fondo, por encima del sagrario, sobre un ventanal que conforma un curioso retablo que mira a la naturaleza y los pueblos de la contorna. Como escribí, es un espacio multifuncional, de una sola nave, con dos filas de columnas en los laterales, lo que puede llevar a percibir el espacio con una división triple: zona central amplia y dos pasillos laterales, entre las paredes y las columnas. Se dedica, principalmente, como iglesia, gracias a la amplitud de la que dispone y de la zona dedicada a sacristía, entrando a la izquierda (zona independiente, separada con una puerta).
 
Se localiza en una zona acotada, con el nombre genérico de santuario de A Armada, conformado por este edificio multifuniones, con su zona inferior dedicada a ocio, zona verde, gruta-capilla con cascada de agua, capilla de la Virgen (advocaciones de A Armada y Da Cabeza) y capilla para las confesiones, entre otras. El día de su fiesta grande es el 9 de septiembre, precedida de novena. Ser es la fiesta de la natividad de la Virgen María, pero no sé en qué momento la trasladaron del 8 al 9, de modo que así puede reunir sacerdotes y pueblo sin problema (ya que todos la celebraron el día propio y aquí, por funcionalidad, la celebran al siguiente). Esto no quita para que acuda hasta el obispo de la diócesis, apoyando así un curioso cambio de día (¿Qué le parecerá al delegado de liturgia?). Esa mañana de celebración contempla confesiones, visita a la capilla original, Misas en la gruta, venta de recuerdos y objetos religiosos (fuera del recinto), "fiesta pagana" y procesión con música, siendo la guinda del pastel la Misa de mediodía. No sé actualmente, pero el anterior rector, inventor y esforzado trabajador por el lugar, aportaba una nota cultural al encuentro religioso y festivo: la entrega de premios a los ganadores de un concurso literario. Vi varias publicaciones donde se recogían estos poemas y narraciones, que llevaban el nombre de A Armada por España adelante (se presentaba gente de muchos lugares fuera de Galicia).

Recupero esta foto en el II Domingo de Pascua, recordando las veces que estuve en el lugar, amén del magnífico trato del difunto don Manuel Rodríguez Seguín, rector del santuario. El día de fiesta abría las puertas de su casa y allí comían familiares, amigos, gente de sus parroquias y los curas que habían acompañado en A Armada. Fue también promotor de una idea que se me ocurrió y que, al menos tres años, no sé ahora, reunía a las parroquias de la zona para celebrar allí la Vigilia Pascual. Un precioso trabajo que le daba un aire único a la celebración y la vivencia cristiana, conjugando un momento de encuentro informal, otro de participación litúrgica y un tercero de cena compartida. Buenos recuerdos, sí.

Y bien, ¿conoces otros resucitados como este?

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