Así, lapidariamente, sintetizó Claustroman su segundo paso por Entrevistas desde el Abismo, programa de Radio Fedello. Cómo no, agradecer a la gente de la asociación ya su presidenta, María M., todas las atenciones y ánimos recibidos. Y gracias, María, por las fotos sacadas. Nuestro último paso por el cuarto de grabación fue el pasado martes, cuando aún estábamos en mayo, y fue desternillante. Al audio me remito. Audio que quizás aparezca el lunes de la semana que viene. Atentos, pues, a los canales de Radio Fedello, podcasteando desde el edificio de hierro de la Universidad, Campus de Ourense.
Manipulados y descontrolados por el líder Bleins, reunidos en torno a la grabadora con la anuencia de doña María, regresamos a la carga los dos Albertos y un servidor. Teníamos de vuelta a Claustroman y la idea era comenzar con el desvelo de un documento público del Congreso de los Diputados donde se hablaba de una película emitida en horario infantil cuando era para mayores, repasar algunos títulos que teníamos en mente y en un papel, pasear por la biblioteca de Claustroman y recomendar dos lugares de nuestra tierra para visitar, uniéndolos a la temática que tratábamos.
Lo que sucedió fue que nos quedamos con las películas a vueltas y apenas hablamos de libros. De estos poco menos nos dio tiempo de citar las sagas zombis de Apocalipsis Z y Apocalipsis Island, la novela El manantial y casi para de contar. Claro, con las películas fue el desmadre, ya que comenzamos con el documento oficial donde una diputada se escandalizaba de la emisión, en horario infantil, de la película La montaña del dios caníbal y el director del enten público pedía perdón y se comprometía a una mejor anotación de los productos televisados. Yo conté mi particular experiencia, porque resulta que vi esa peli y hasta algua escena se me quedó grabada. Menos mal que Claustroman me la pasó y pude disfrutarla como mandan los cánones. El filme comienza como uno de aventuras en la selva pero luego mete escenas agónicas de comidas animales, zoofilia, adoración mortuoria, rebanamiento de miembro viril y alguna situación más de las que lo más ligero es el desnudo de la protagonista y chica Bond Ursula Andress.
De ahí pasamos a cinefagocitar Holocausto caníbal, descubriendo una curiosa conexión con la anterior peli. El cuerpo pedía más y hablamos de Lucio Fulci y su escena donde une a un tiburón y un... ¡zombi! en subacuática y encarnizada lucha. Desenterramos los cortos donde Alberto-Claustroman protagonizó el nacimiento de Hellequin, un silencioso asesino, pudiendo saber de la existencia de material inédito. Por desgracia, no todo proyectable, al faltar el audio completo de uno de los cortos.
Quede esto como adelanto del próximo podcast Entrevistas desde el Abismo, un subproducto molón, molón, molón...
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