domingo, 20 de marzo de 2016

El Vengador Tóxico, Parte III: La Última Tentación de Toxie.

Oh, yeah, nos quedamos en el año de la caída del Muro de Berlín y el estreno de la tercera parte de la saga del Vengador Tóxico. Una entrega que a día de hoy no sé bien si fue grabada a trozos depués de recoger restos de la segunda o si se grabó todo seguido y luego se montó un mejunje para repartir en dos tomas. Lo que sí parece es que la cosa no iba bien en cuanto a críticas sobre estas nuevas entregas. Y el mismo año, pum, se lanzaron las dos a ver si algo se solucionaba. 


Menos mal, menos mal que el carisma de Toxie sobrevive a la calidad, o su falta, de las películas y sigue siendo un héroe muy rescatable. Un chico que sufrió acoso escolar y que creció sin padre, un héroe deforme que vive en el vertedero de Tromaville, un cuidadoso ciudadano que saluda a chicos y mayores, luchando porque su pequeña ciudad sea un remanso de paz y un sitio molón donde poder bailar en la calle, hacer zumos y matar bichos... Alguien normal que se ha superado gracias a los residuos tóxicos que le mutaron y le dotaron de los tromatones, una partícula que detecta el mal y se abalanza sobre él para aniquilarlo. En la anterior entrega supimos de un productor de antitromatones fabricados a base de aceite de pescado pero la única carga sintetizada estalló a los pies de Toxie. Menos mal que un maestro sumo y una japonesa amiga le sanaron y enseñaron.


Aunque aún estaba más orgullosa de que Claire, mi novia ciega, a la que recordaréis de El Vengador Tóxico, Segunda Parte, fuera mi prometida y viviera conmigo para siempre en esta tercera parte.

La ciudad de Tromaville fue despejada del crimen organizado que pretendía convertirla en un vertedero, hacerla el escenario donde abandonar bidones de residuos tóxicos. Pero el que es fruto de uno de ellos no está dispuesto a consentirlo. El bien prevalece aunque el mal siga insistiendo como sucede en este caso. El conglomerado contaminante Apocalypse Inc. vuelve a la carga, llamándose ahora Apocalipsis S.A. Su idea es la misma pero la técnica cambia. Si no podemos con el enemigo que el enemigo se convierta en lo mismo que nosotros. Lo ya sabido: si no puedes con él que se una a ti... o algo así.


Toxie ha limpiado de nuevo Tromaville y su novia Sara... digooo, Claire, es ya su prometida. De ella sabremos el origen de la ceguera, que no fue de nacimiento. Le vino en su puesto de trabajo, al recibir en los ojos un limpiador bucal. Desde entonces, la oscuridad por montera, aunque a veces distinga destellos eléctricos, frutos del amor por el Vengador Tóxico. Ambos buscan algo elevado, sobre todo en momentos bajos y suelen frecuentar las instituciones de ayudas a ciegos y la iglesia en la congregación dominical. Un lugar curioso, la iglesia de Tromaville, con su población medio ciega, todos meneándose al ritmo de temas como Amazing Grace, con una solista (Claire) coronada por un kipá con la estrella de David. Los que van allí parecen contentos y arrobados por la música, compartiendo la Palabra de Dios.

Sí, Toxie acude a la iglesia en momentos bajos cuando su identidad se derrumba. Ha hecho el bien, ¿y ahora? Ahora desea devolverle la vista a Claire, y saben de un médico que puede hacerlo... por una cantidad desorbitada. Toxie saldrá a buscar trabajo y engañado por Apocalipsis S.A. termina en sus filas. Es lo que pretendía el malvado director. Un ser abyecto que pretende conquistar Tromaville para esconderla bajo toneladas de residuos, antes de pasar a Nueva York. Pero el descontento de la población es mayúsculo, Toxie logra deshacerse de la mentira en que vive y se enfrenta al director. ¿Qué consigue? Descubrir la identidad del malo. Atención, porque si Toxie lucha contra el mal, aquí se enfrenta al mal en estado sobrenatural. El director se descubre como el diablo. Un demonio que ha logrado la firma de Toxie para condernarlo a perpetuidad. Un ser sobrenatural aborrecible que le pone a prueba, enfrentándose a cinco niveles que recuerdan el videojuego preferido del Vengador.

Toxie: Me enseñaron en el sumo que cuando te enfrentas a un enemigo formidable debes hacer el primer movimiento.

Claire: Estoy orgullosa, amor mío. Pero, ¿cómo vas a luchar contra Apocalipsis?

Parece el final. Toxie ha llegado a recuperar su anterior configuración humana, la del tontainas con tutú, despreciable paleto. Claire, que veía, ha vuelto a ser ciega, pero no se conforma y sale a buscar el contrato de Toxie. Allí dará con la solución: una clausula que admite la ruptura de contrato por intervención divina. Momento en el que cual el diablo se ríe. Peeeeero llega un repartidor negro y se escucha una carraspera divina al tiempo que un rayo de luz alcanza a Melvin. Dios, al final, devuelve la forma mutante al chico y este se venga del demonio con un feroz ataque que le desolla y decapita. Dios tiene la última palabra. Y con tanta alegría y fiesta por la nueva liberación, la iglesia estalla en fiesta con el matrimonio de Toxie y Claire.


Toxie: Creo que ha llegado el momento de que alguien te meta el temor de Dios en el cuerpo.

Demonio: oh, venga, sé razonable. Piensa en lo que te pierdes, Melvin.

Toxie: Sr. Melvin, para ti.

Además de imágenes de la anterior peli, nos recordarán la historia de Toxie y sabremos algo más de su novia. Pero aparecerá la conexión con Japón, al rememorar las enseñanzas sumo y al volver a ponerse el faldín de los luchadores. también, en la victoria de Toxie sobre el demonio, una escena compartida nos pondrá en contacto con el lejano oriente y su sonriente reportero en busca de productos novedosos.

Doctor: buegh, esto es más desagradable que Sensación de vivir.
 
Y así se cerraría la saga del valiente mutante... y ojalá se hubiese quedado ahí, a nivel de pelis, claro, que hubo material bueno aparte. Yo, por lo menos, conozco las pegatinas que venían en chicles y la serie de dibujos animados, fruto de una magnífica época en la TVG. Habría cuarta parte, aunque para ello tendría que llegar el nuevo milenio...

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