domingo, 17 de abril de 2016

Star Wars. El poder de la Fuerza.

La versión que traigo es la española publicada por Planeta DeAgostini, en tapa dura, de 2013. La original es la de Dark Horse, Star Wars: The Force Unleashed I-II. Nuestra versión se divide también dos: El poder de la Fuerza I-II. Y el origen de todo es una videojuego con el mismo nombre para PSP y PS3. Una muestra más de lo que se denomina "el universo expandido", esas aventuras que no vemos en pantalla grande pero que forman parte de la historia de esta saga galáctica. En lo que se puede se mantiene la correspondencia de personajes y situaciones pero no siempre se consigue la continuidad plena.


El inicio de esta aventura es la busca de un robot de entrenamiento imperial que contiene datos acerca del inicio real de la Alianza Rebelde. Así que buena parte de la primera parte será un flashback, teniendo como narrador al robot Proxy, testigo de las andanzas de Starkiller, su amo, y la capitana imperial Juno Eclipse, piloto que Vader puso a disposición de ambos para sus misiones. Se revela como mecánico excelente, pudiendo hacer mejoras en la nave (la Sombra Furtiva) de Starkiller como la mejora de los sensores. La cosa ahora consistía en hacer caso sin rechistar y sobrevivir. Starkiller llevaba ya siete pilotos perdidos.

Su primera misión fue dar con un Jedi que se creía muerto: el maestro Rahm Kota (la primera vez que se habla de él hay una errata en el cuadro donde aparece, designándole como "Kata"). Efectivamente, no está muerto y ha podido sobrevivir y atacar posiciones imperiales con impunidad debido a que siempre lucha con sus propios hombres, nunca con clones, lo cual le salva de la activación de la Orden 66. Fue general en las Guerras Clon. Starkiller se enfrenta a él y se lleva su sable de luz para entregarlo a Vader. Sin embargo, el maestro no ha muerto sino que ha caído, ciego, sobre una nave y logra escapar. Durante el combate ha tenido una visión del futuro y eso parece desestabilizar su concentración, aprovechando su oponente para ponerlo fuera de juego.


Vader quiere más de su discípulo. Starkiller tiene un potencial abrumador, llegando a descargar rayos desde sus dedos, como el Emperador, usando la Fuerza. Y siempre le acompaña un droide de entrenamiento que cambia de apariencia para intentar matarle. No es una orden de destrucción sino de alerta para que el pupilo esté siempre sobre aviso y no se fíe de nadie. Hasta ahora, siempre logra sobreponerse a la programación de combate. Bien, pues Vader, con el sable del maestro Kota encendido ante la cara de Starkiller, le avisa que espera más de él. "¡No has hecho nada! ¡Solo has derrotado a un viejo! ¡Un ermitaño!". Así que sale de nuevo en misión a Felucia, a derrotar a la maestra Shaak Ti, escondida allí con su padawan Maris Brood. Como con el anterior Jedi, el asesino vence, aunque a duras penas, sin impedir que la maestra Jedi se deje caer en las fauces de una planta devoradora.

¿Y te crees que le dan una medalla por volver a vencer? Para nada. Pensando Starkiller que Vader le permitiría ahora un puesto a su derecha y que juntos matarían al Emperador, lo que se encuentra es que su maestro le mata ante aquel... y se despierta. Ha sido "reconstruido" en la Empírica, nave médica que Proxy destruye para no dejar pruebas. Vader le ha desvelado que su plan era otro. El Emperador le cree muerto así que ahora podrá actuar con sigilo y sin ser detectado. Debe reunir a un grupo de senadores que se opongan al otrora también senador Palpatine, darles la esperanza y la prueba de que uniéndose derrotarán al dictador y encabezar un ejército que actúe en diversos lugares. Eso despistará al Emperador y sus espías, momento en que Vader y él actuarán, tomando el mando. 

A partir de ahí, búsquedas de Jedis como el malogrado Kota, senadores como Bail Organa y su hija Leia, que ocupará unas cuantas viñetas en este cómic, aunque pocas. También veremos a R2D2 calladito, lejos de su papel de droide parlanchín. Precisamente en esta busca, Starkiller vivirán un flashazo de su pasado. Es en una cabaña de Kashyyk y se refiere a recuerdos perdidos del momento en que Vader entra allí, mata a su padre (que era Jedi) y le lleva lejos, matando incluso a varios soldados de asalto y un oficial para tapar su acción. El símbolo que vemos que conforma la puerta es el símbolo que luego se acogerá como de la Alianza. Un símbolo de esperanza, dirá la joven Leia. Otro gran momento es el asalto a los astilleros de Raxus Primo, cuando logra detener un destructor imperial que se le venía encima.

En Corellia se unen unos pocos senadores, se inicia la rebelión pero aparece Darth Vader y se desvela el pastel: todo fue idea del Emperador para descubrir a los contrarios, Starkiller era una pieza más y como tal es removida. Sobrevive para acercarse y entrar en la medio construida Estrella de la Muerte, enfrentándose a Vader y el Emperador. Les golpea fuerte pero morirá. Gracias a su entrega, los senadores, el maestro Kota e incluso Juno pueden huir y fundar la Alianza. Todo esto sucede dos años antes de Yabin. Y aquí termina la primera parte.

La segunda, un año antes de Yabin, comienza con una misión de Vader a Boba Fett. Este se encontraba con Xasha, otra cazarecompensas con armadura. Ambos se unen, después de estarlo en la cama, en el viaje a Cato Neimoidia pero ella lo deja. Posteriormente, sabremos que es alguien contratada por Vader para conseguir material de Fett para un experimento. La misión de Fett en solitario lleva a Kamino, ante el mismo Vader. Su objetivo es un clon llamado Starkiller. Un experimento fallido con gran poder sobre la Fuerza y continuos episodios de rabia y descontrol. 

Como en la anterior entrega, prima la acción, las batallas, a pequeño o gran nivel, teniendo a Fett como especial protagonista y mostrándonos nuevoas armas del imperio como unas arañas usadas para asaltar naves grandes y abrir agujeros en su casco como un estilo de armaduras curioso con un casco que recuerda una calavera. Starkiller, menos mal que nos avisan que es un clon, aparece en escena pero no puede evitar que se lleven a Juno a Kamino, con Vader. Allá irá él, sabiendo de la trampa, con tiempo de deshacerse de las armas-araña espaciales, en una trepidante sucesión de viñetas coloridas. 

Kamino, lluvioso planeta donde viven especialistas en clonación. Lugar donde espera Vader la llegada de Fett y este de su paga, cosa que no sucede hasta que Starkiller esté derrotado. Así que toca tomar nuevas posiciones, tanto a nivel de campo de batalla como respecto al imperio. Boba acepta las palabras de Vader con condiciones: ser contratado a magníficos precios como cazarrecompensas de imperio. 

La destrucción pronto llega y Fett acaba acorralado en las instalaciones de clonación. Allí descubre que se trabaja con seres que usan la Fuerza y tienen ya sables de luz roja a disposición. El proceso de crecimiento no está bien y les afecta, formando hombres con taras que se vuelven locos. Y la cosa no queda ahí. Los clones ya no siguen el patrón de su padre, Jango, sino el suyo propio. ¿Decisión? Destruir el complejo de clonación y matar al responsable del proceso. Al responsable material porque el cerebrito fue Vader y este quien tiene que pagarle el trabajo. Cosa que en esta historieta no va a suceder.


Y es que primero tiene que huir de Kota y sus hombres, incluido el droide Proxy, que asume la apariencia de Jango Fett para luchar contra él; luego ha de agazaparse al ver que Vader es derrotado por el poder de Starkiller clon. Y de nuevo, la escena, como un eco de lo sucedido en la anterior entrega: Starkiller tiene la oportunidad de matar a Vader y Kota lo refrena, en nombre de la justicia y para evitar que la ira le degrade al Lado Oscuro para siempre. Vader será conducido a una base rebelde para ser juzgado y ejecutado. Fett le seguirá, escondido, dejando vivir a Starkiller cuando tiene ocasión de matarle. Y me quedo con la curiosidad de ver que en tres viñetas Vader aparece sin su mano derecha, como si se la hubiesen cercenado. Eso sí, con la izquierda sigue empuñando el sable de luz roja, ofreciendo batalla, cayendo solo ante un empujón de la Fuerza y una descarga de rayos. 

 

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