San Pedro ad vincula, curiosa devoción en Olás
Artículo para una publicación local, hace años
Uno de los peligros actuales es el de quedarse sin memoria y otro es el de refugiarse en el pasado como el mejor de los tiempos. Al final, sabemos que ni uno ni otro ayudan pero también nos damos cuenta de la importancia tan grande de nuestra historia pasada. Saber de dónde venimos nos ayuda a comprender quiénes somos.Algo así sucede con las representaciones e imágenes religiosas: nacieron para expresar un mensaje pero el paso de los años y la mengua de la memoria las han desvirtuado y ya no nos resultan tan elocuentes.
1. La imagen de San Pedro
Generalmente, suele reconocerse a San Pedro por las llaves que porta en una mano. Las llaves hacen referencia a la autoridad.
En nuestro caso particular, este símbolo se completa con otro: unas cadenas, generalmente rotas. Su significado es el recuerdo de las prisiones del apóstol. Una de ellas ha quedado recogida en el capítulo 12 de los Hechos de los Apóstoles (prisión en Jerusalén, bajo el mando del rey Herodes) y otra en la tradición (su prisión en la cárcel Mamertina de Roma, bajo imperio de Nerón), antes de su martirio, hacia el año 67 d.C.
La frase latina “ad vincula” significa “en cadenas, encadenado”.
Muchas veces nos encontramos con que la imagen de San Pedro está acompañada de la imagen de San Pablo. Esta tradición histórica ha dado lugar a que también la Iglesia les celebre unidos el día 29 de junio.
2. El inicio de la devoción
Esta fiesta fue establecida con motivo de la dedicación de la basílica de San Pedro en el Esquilino, lugar donde la tradición afirma que se conservan las cadenas que aprisionaban al apóstol en la cárcel Mamertina.
Gozaron de mucha aceptación en la devoción popular, teniendo en cuenta el recuerdo que podrían suscitar en tantos cristianos que habrían oído hablar o, incluso, conocer personalmente, a Pedro.
Sin embargo, entre los siglos VII y XII se forjó la leyenda que te tales cadenas eran las mismas que habían tenido cautivo al apóstol Pedro en Jerusalén. Y desde entonces se conservó tal creencia.
3. La celebración litúrgica
Anteriormente al Concilio Pastoral Vaticano II (1962-65), se celebraba la fiesta de San Pedro ad vincula el primero de agosto.
Tal fecha, todavía recordada por algunos vecinos de la parroquia, fue movida al último domingo del mes, por motivo de los fieles que iban a trabajar a Castilla y no podían celebrar a su santo patrón.
Actualmente, no existe ya tal fiesta. La fiesta grande de San Pedro es el 29 de junio, junto a San Pablo. El día 1 de agosto está dedicado a San Alfonso María de Ligorio, patrono de los moralistas, que nos dejó preciosos escritos sobre la Virgen María.
4. Una nota curiosa
El 1 de agosto de 1915, siendo párroco de Olás D. Emilio Dapía, se firmaron las Constituciones de una Hermandad de ánimas, poniendo como patrono a San Pedro. Tal Hermandad tenía por finalidad “estrechar los lazos de caridad cristiana entre los hermanos, para mejor honrar a sus gloriosos patronos San Pedro ad vincula y Ánimas del Purgatorio y aliviar con sufragios a estas últimas”.
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