La biblioteca del Seminario tuvo, durante unos meses, un espacio en la web diocesana. Se hablaba de libros más o menos curiosos, se ofrecían fotografías de los mismos y los escritores solían ser profesores del mismo Seminario. Un ciberespacio sencillo pero impresionante por sus anotaciones y datos. Ayer os compartí la entrevista a Alejandro por el descubrimiento de una edición completa del Catón Compostelano (por entonces, ya que no ha investigado a día de hoy, la única edición completa del mundo). Hoy recupero otra entrevista que le hice por un descubrimiento en la misma biblioteca, lo cual supone otro hito en el callado trabajo del por entonces ayudante de biblioteca y hoy sacerdote, don Alejandro. Os la comparto, trayéndola desde un curioso documento que conformé hace años, con los restos de un blog borrado que me pertenecía.
Anteriormente...
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Una vez más recibimos en
este espacio virtual a Alejandro, actual Ayudante de la Biblioteca
del Seminario Mayor de Ourense. Si el nombre os suena de no hace
mucho es por su
entrevista anterior, referida al descubrimiento
de un ejemplar completo del que está considerado como primer
periódico gallego: El Catón Compostelano.
Vuelve a este blog tras presentar una nueva Nota de Bibliofilia en la web de nuestra diócesis: el descubrimiento de unas sinodales, consideradas perdidas, vuelve a poner en el candelero de la rabiosa actualidad a la querida Biblioteca de nuestro Seminario Mayor de Ourense.
Vuelve a este blog tras presentar una nueva Nota de Bibliofilia en la web de nuestra diócesis: el descubrimiento de unas sinodales, consideradas perdidas, vuelve a poner en el candelero de la rabiosa actualidad a la querida Biblioteca de nuestro Seminario Mayor de Ourense.
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Félix: Alejandro, en esta ocasión no te apuntas el
tanto del descubrimiento pero sí eres quien lo propicia. ¿Cómo te
das cuenta de la importancia bibliofílica de estas sinodales?
Alejandro: Todos los libros tienen una “importancia” que va variando con el paso del tiempo y los ojos del que los mira: una biblioteca es un “mundo y cada libro una tierra por explorar”.
Los bibliotecarios
intentamos que los libros que custodiamos estén disponibles para
todo el mundo y ésto lo realizamos a través de una correcta
catalogación y clasificación de los mismos, sin olvidarnos de la
difusión de los registros obtenidos.
Carlos Santos Fernández,
profesor de instituto y un experto en impresos gallegos del siglo
XVII, se dirigió a nosotros tras consultar el Catálogo Colectivo de
Patrimonio Bibliográfico español. Se acercó por la biblioteca para
consultar este raro ejemplar y tras una agradable charla y una
comunión de intereses surgió la colaboración que se materializó
en nuestra sexta entrega de Notas de Bibliofilia de la página Web de
la Biblioteca que, a pesar de no tener aún un año de vida, ya nos
ha proporcionado varias satisfacciones… y lo que nos queda
F.: La presencia de la Biblioteca del Seminario Mayor de Ourense se va haciendo cada vez más palpable en nuestra sociedad. Curiosamente, las nuevas tecnologías parecen haber dado pie a ello, ¿verdad?
F.: La presencia de la Biblioteca del Seminario Mayor de Ourense se va haciendo cada vez más palpable en nuestra sociedad. Curiosamente, las nuevas tecnologías parecen haber dado pie a ello, ¿verdad?
A.:
Efectivamente, hoy encontramos en Internet un magnífico campo de
difusión y extensión cultural, una estupenda herramienta para
profundizar en todo tipo de conocimientos y la posibilidad de
trabajar desde casa contando con el acceso a una información muy
fiable que sería impensable en tiempos pretéritos. Sin olvidar que
el éxito de cualquier investigación está en la preparación
humana, en la íntima creatividad y en el esfuerzo personal, las
“facilidades” que se nos ofrecen son enormes.
Esta filosofía es la que
anima la actividad de la página Web del Obispado de Ourense, en la
que está alojada la página Web de la Biblioteca del Seminario: dar
de nosotros (obispado, vicarías, delegaciones, parroquias,
comunidades, equipos, grupos, asociaciones … etc.) lo mejor de
nosotros mismos, ya sea el compartir la espiritualidad de una
peregrinación, la sencillez de la Fe expresada en una novena, las
publicaciones con las que se pretende cumplir el mandamiento de la
formación religiosa de los cristianos … o el mostrar los tesoros
bibliográficos de nuestra diócesis que son patrimonio cultural de
todos. Y todo ello A.M.D.G. (para la mayor gloria de Dios)
F.: Volvamos a nuestro documento. Estamos ante un escrito eclesiástico denominado “sinodales”. ¿Puedes explicarnos brevemente qué son y en qué consiste este documento en concreto?
A.: Sin ser un experto en la materia, podríamos decir que las “sinodales” son unas constituciones, reglas o normas que materializan la realización de un sínodo: la reunión de un obispo con los presbíteros o clero de su diócesis para tratar temas de gobierno, administración, espiritualidad, liturgia, etc. Siempre con el norte de contemporizar de la Iglesia, esto es, de sintonía con el tiempo presente en cada momento de la historia.
F.: Estas sinodales surgen en un ambiente concreto y parecen perderse en él mismo. Sabíamos de ellas por una referencia bibliográfica pero nadie daba cuenta de su existencia desde entonces, pues no había posibilidad de consultarlas. Aunque no sea tu campo de estudio, ¿puedes decirnos algo sobre su historia y cómo llegan a Ourense?
A.: No podría precisar la forma en que llegan a Ourense. Están encuadernadas con una serie de impresos referentes a la Archidiócesis de Santiago de Compostela y, lógicamente, se conservaron por su importancia y por las posibilidades de estudio que brindarían a los canonistas ourensanos y al clero en general. Estas Sinodales del Arzobispo Agustín de Spínola se imprimieron en ocho hojas y el ejemplar que conservamos en la Biblioteca está bastante “fatigado”, otra razón más que nos llevó a digitalizarlo y ofrecerlo en la Web. Aquellos que deseen conocer su historia les recomendaría ir directamente a nuestra página Web y, más adelante, tal vez el profesor Carlos Santos Fernández nos ofrezca un trabajo más detallado del que nos haríamos, gustosamente, eco.
F.: Tras su aparición, ¿se sabe de algún otro lugar que las posea?
A.: En el Catálogo Colectivo de Patrimonio Bibliográfico se indican dos ejemplares, el nuestro y otro en la Biblioteca del Museo Provincial de Pontevedra. Pero Carlos Santos nos comentó que el ejemplar de Pontevedra estaba desaparecido.
F.: Tenemos pendiente el avisar y entrevistar, si él lo desea, al investigador que da la “voz de alarma” con estas sinodales. ¿Sabes si tiene pensado estudiarlas más en profundidad y poder conocer más de ellas?
A.: Me
ha comentado que está trabajando en Sinodales y sus impresiones a lo
largo de la historia. Por las publicaciones que conozco de este
investigador estoy seguro de que será un estudio muy interesante.
Debo agradecerle que nos escogiera para dar la primicia de su
investigación y su disponibilidad para seguir colaborando en
nuestras “Notas de Bibliofilia” que poco a poco van tomando
cuerpo gracias al generoso entusiasmo de amantes de los libros.
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