Hace unos días que nos estrenábamos en Radio Fedello de la mano del señor Blanes. Como alguno ya sabrá es una radio que se prepara y edita sus podcasts desde la Universidad en Ourense. En concreto, nos reunimos para la grabación en el "edificio de hierro". La idea era compartir un rato entre amigos y entrevistar a una persona curiosa como Claustroman. Así, dispuesto el local y el micro, desgranamos recuerdos y detalles acerca de sus gustos e investigaciones en el mundo del cine y la literatura. Cómo no, empezamos por el claustro, lugar donde le conocí, ámbito sacro que me iba desvelando en las visitas cotidianas que disfruté mientras estaba de guía. Aquellas piedras que nos regalaron su silencio y sabiduría ancestral han pasado por vicisitudes mil, desde su erección y dedicación monacal a lugar de embeleso y fotografías, pasando por cuartel para la mili y depósito o garaje.
Radiofedellando... |
De las piedras a las pelis, sobre las que nuestro amigo tiene mucho qué decir. Dedica bastante tiempo a la búsqueda de joyas antiguas del fantaterror español, sobre todo, libros sobre épocas doradas de nuestro fantástico y webs donde sumergirse y enterarse de nuevos títulos. Por eso es normal que hablásemos un rato sobre Amando de Ossorio y sus tétricos caballeros de Oriente redivivos, sobre los templarios, como él les llamó. Una tetralogía que aportó un personaje no conocido en el mundo del terror, el de caballeros templarios que aprenden en Egipto artes oscuras con las que pretender la inmortalidad. Magia negra que supone el asesinato de lozanas mozas a las que morder, desangrar o, simplemente, arrancar su corazón. Caballeros que volvían de sus tumbas y cuyas escenas de la primera película luego se usaron y requeteusaron a troche y moche. No fue un director con poderes pero era un artesano que se fue adaptando a lo que tenía y le pedían.
Pasamos de refilón por otra figura querida, la de Paul Naschy, multitarea en el mundillo que se labró una filmografía amplia y desigual, abriendo un interesante camino que generaciones actuales reconocen y visionan. Uno de los personajes a lo que dio vida fue el hombre lobo Waldemar Nadinski, ser primario al que la censura no le permitió ser asturiano y tuvo que venderse como polaco (Naschy les tenía mucha simpatía).
Apuntes filtrados. |
Suma y sigue, el tiempo que nos marcamos nos abrió la posibilidad de repetir con el amigo Alberto, al que espero volver a entrevistar el martes que viene, sacando a la luz alguna pregunta curiosa realizada en el Congreso de los Diputados hace años, acerca de cierta película emitida en horario infantil, imaginar en qué terminó cierta lucha submarina que tiene como uno de los opositores a un zombi y hablar de algunos libros que recogen mucho arte español que no queremos dejar de lado.
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